Una de las empleadas de la empresa trabajando con su ordenador. | ALEX SEPULVEDA

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Un hacker se coló en las cuentas de una empresa de Palma, el pasado 27 de marzo, y robó 47.000 euros en apenas siete minutos. Una de las gerentes de esa sociedad, que prefiere mantenerse el anonimato, explica cómo sufrió la ciberestafa cuando realizaba pagos a proveedores y lamenta que el banco no se responsabilice.

¿Qué sucedió?

—Nuestra gestora me llamó para avisar de que iba a hacer las transferencias. En un momento dado me cuenta, asustada, que había tenido un problema con el ordenador, que se le había desconectado y que al volverse a conectar se percató de que en siete minutos habían desaparecido 47.000 euros tras haberse efectuado otras seis transferencias de origen desconocido. Las mas importantes, dos de 10.000 euros y una de 5.000 a cuentas localizadas en Bélgica.

¿El banco les ha puesto facilidades?

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—Ninguna. Nos dijeron que ya no podían hacer nada más. Tuvimos diversas reuniones y nos comentaron que ellos iban a hacer todo para intentar recuperar el máximo de dinero. Pero aquí hay alguien o algo que ha fallado. Lo que ha fallado, eso lo tenemos claro, es el sistema de seguridad del banco. La entidad financiera estaba obligada a custodiar el dinero.

¿Qué proceso siguieron después del incidente?

—Pusimos la denuncia y fuimos a hablar con la entidad financiera. ¿Cuando se realizan tres transferencias por valor de 25.000 euros no salta ninguna alarma en su sistema?. Aquí alguien tiene que responsabilizarse de esto.

¿Qué tramites legales siguen para reclamar?

—Nos estuvieron mareando desde el 27 de marzo hasta hace una semana, que nos informaron que ellos no tenían ninguna intención de llegar a un acuerdo, y decidimos denunciarles.