Las joyas y otros objetos de valor recuperados por la Policía Nacional.

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Marina Isabel A., portuguesa de 36 años, trabajaba como empleada de la limpieza en distintas casas de Palma. La mujer limpiaba más a fondo que una Roomba... y sin piedad. Robó más de 15.000 euros en joyas en al menos tres domicilios hasta que la Policía Nacional la detuvo en mayo de 2022. Ante una de las víctimas se derrumbó y le devolvió las piezas que le había sustraído. Un juzgado la ha condenado a dos años de cárcel por un delito de robo con fuerza en casa habitada y dos hurtos, pero Marina Isabel A. no ingresará en prisión.

Los hechos se remontan a los meses de abril y mayo del año pasado. La sentencia recoge que la mujer trabajaba como empleada de la limpieza para las tres víctimas. En una de las viviendas, situada en la plaza París de Palma, se apropió de varias joyas por valor de 6.000 euros. El propietario consiguió recuperar tres medallas y un sello de oro, pero el resto de piezas no.

En una casa de la calle Bisbe Massanet sustrajo unos pendientes y un anillo de brillantes valorados por su dueña en 10.000 euros que la acusada le devolvió enseguida cuando la perjudicada le informó que la iba a denunciar ante la Policía Nacional. El último hurto lo cometió en un domicilio situado en la calle Cecilio Metelo.

Marina Isabel A. forzó la tapa de la hucha de uno de sus clientes y se apropió de 1.535 euros, así como billetes extranjeros valorados en 30 euros y unos pendientes de oro. El hombre consiguió recuperar la moneda extranjera y los pendientes, pero reclama el resto de dinero que le sustrajo y 375 euros que pagó por el cambio de cerradura de su vivienda. No se fiaba de que su empleada de la limpieza hubiera hecho copias de las llaves y pudiera regresar a por más.

La Policía Nacional detuvo a la mujer a mediados de mayo de 2022. El Grupo de Policía Judicial de la Comisaría Oeste encontró entre sus pertenencias y en el interior de sus domicilio algunas de las joyas que había robado en las casas en las que trabajaba como empleada de la limpieza.

La acusada, defendida por la abogada Amalia Moraleda, se declaró culpable en el juicio en el que consignó 1.910 euros para el pago de la responsabilidad civil. La jueza de lo Penal número 2 de Palma, que tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de reparación del daño, acordó la suspensión de la pena de cárcel por un plazo de cuatro años con la condición de que abone el resto de indemnizaciones a las víctimas en los próximos dos años.