-¿En algún momento realizó tocamientos a la menor?- ha preguntado la fiscal a un hombre acusado de violar a su hijastra menor de edad y ofrecerle dinero durante años.
-Esto de ninguna de las maneras. Me educaron muy a la antigua, muy severo, estoy en contra de estas cosas totalmente. Esto para mí son aberraciones totales- ha respondido el enjuiciado.
«Yo nunca he tocado a esta niña. Es una aberración bajo mi punto de vista», ha insistido el acusado este jueves en el juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma. El hombre ha explicado que conoció a la madre de la menor y a su hija en 2005 porque jugaba a billar y coincidían en un bar. «Acepté ayudarlas porque no se sentía cómoda en su domicilio con su entonces esposo», ha declarado. «Yo jamás habría intentado tocarla ni a punta de pistola», ha añadido. El procesado ha atribuido la denuncia a una venganza de la madre de la menor.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar entre 2002 y 2012 en diversas localidades de Mallorca, según la versión de la acusación pública. El hombre mantenía una relación con la madre de la niña y aprovechaba que se quedaba a solas con ella para no levantar sospechas. De esta forma, cuando la perjudicada tenía ocho años el hombre le realizó tocamientos. Cuando la pequeña cumplió 12 la forzó y a partir de entonces las violaciones ocurrían al menos dos veces por semana, según el relato de la Fiscalía.
El hombre, aprovechando la situación de dificultad económica que atravesaba su pareja, obligó a la menor a mantener relaciones sexuales con él bajo el pretexto de dejar la relación con su madre y dejar de mantenerlas económicamente si no accedía. El procesado se separó de la madre de la niña cuando esta tenía 14 años.
«Aprovechando la situación de necesidad y penuria económica de la menor», según indica el Ministerio Público, la fozó a cambio de dinero en el domicilio del hombre cuando la adolescente acudía a limpiar. Esta situación se mantuvo hasta que la menor cumplió 17 años. El acusado ha asegurado que la denunciante nunca ha ido a su domicilio a limpiar.
-¿Alguna vez le ha dado comida a cambio de sexo?
-Me lo ha preguntado muchas veces, soy incapaz... ni lo he hecho ni lo haría.
-¿Por qué cree que la joven cuenta eso si no es cierto?, ¿qué motivo tiene?
-Yo pienso algo, pero no sé si es pertinente que diga mis sospechas. Su madre me guardaba mis joyas y cuando nos separamos le pedí que me las devolviera y no lo hizo. Yo creo que es idea de su madre.
«Yo le llamaba papá»
La presidenta del tribunal ha preguntado a la denunciante si quiere un biombo para no ver al enjuiciado. «No, no me giraré y ya está», ha dicho. «Estuvimos viviendo en Cala Rajada, Capdepera, Inca y Muro. Yo le llamaba papá». La joven ha explicado que el hombre le realizó tocamientos en varias ocasiones, pero no recuerda la fecha exacta. «Me acuerdo una vez que estaba viendo la Fórmula 1. Mi madre dormía y él empezó a tocarme».
La perjudicada ha declarado entre lágrimas que no era consciente del abuso que estaba sufriendo. «Tenía miedo de que mi madre se enfadase conmigo y no le conté lo que había pasado». La chica ha comentado que las violaciones empezaron cuando iba a primero de la ESO y que el hombre le amenazaba. «Decía que mi madre no tenía dinero para mantenerme».
La joven ha reconocido ante la fiscal que le pidió dinero a cambio de mantener relaciones sexuales. «Le dije que me dejara dinero para hacer la compra, pero me dijo que ya sabía lo que tenía que hacer. Y accedí».
-¿Durante cuánto tiempo?
-No era constante, pero fue durante un año, aproximadamente.
El hombre, según la versión de la denunciante, le acompañaba al supermercado a comprar comida y otras le daba dinero. «Mis padres se pensaban que iba a limpiar a una casa y por eso traía dinero o la compra». Las violaciones finalizaron cuando la joven, a los 18 años, encontró pareja. En 2019 le denunció cuando recibió una solicitud de amistad en Facebook del procesado. «Dije: 'no puedo más'. A lo mejor se lo puede estar haciendo a otra persona. Lo denuncié para que se hiciera Justicia».
«El monstruo»
La madre de la chica ha apuntado que se cambiaron de pueblo porque pensaba que a su hija le hacían bullying en el colegio. «Lo que no sabía es que me llevaba al monstruo conmigo. Estoy recuperando poco a poco a mi hija porque me siento culpable, no me lo perdonaré en la vida». La Fiscalía pide una condena de 15 años de cárcel para el hombre por un delito de agresión sexual y otro de inducción a la prostitución y que indemnice a la víctima con 15.000 euros por los daños morales ocasionados.