Imagen de los contenedores en los que apareció la bebé. | Alejandro Sepúlveda

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La autopsia de la bebé de Porto Cristo no ha determinado si nació vivo. El examen forense ha revelado que era una niña de unas 28 semanas, aproximadamente. Los órganos de la neonata serán enviados al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona. Una vez allí, se analizarán con un microscopio y tras realizarles unos cortes se determinará si la pequeña nació viva o muerta. La clave, según fuentes del Instituto de Medicina Legal de Palma, son los alveolos, que indican si la bebé había respirado antes de nacer o no.

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La Policía Nacional continúa con la investigación del hallazgo del bebé en unos contenedores de Porto Cristo. Los agentes tratan de identificar a las dos personas que se bajaron de un coche y arrojaron a la criatura a unos contenedores de basura situados en la calle Aterratge. Los policías que han asumido el caso están revisando las cámaras de seguridad de los comercios y de las gasolineras de la zona para tratar de localizar a los sospechosos. Los agentes de la Policía Local de Manacor explicaron que la pequeña pesaba menos de 300 gramos.

La bebé fue hallada el pasado jueves alrededor de las 18.00 horas en unos contenedores. Una vecina avisó de que un hombre que iba con una mujer se bajó de un coche y la tiró a la basura. Una patrulla de la Unidad Territorial de Costas de la Policía Local de Porto Cristo, junto con agentes de la Policía Nacional, trasladaron a la criatura envuelta en unas toallas ensangrentadas hasta el hospital de Llevant, donde se confirmó su muerte.