Los detenidos aprovechaban su condición de trabajadores del aeropuerto y en el momento del traslado de las maletas a las bodegas del avión, las cargaban y descargaban a un ritmo más lento y con mayor distancia entre unas y otras y también abrían los equipajes ya en el interior de la bodega, fuera de la vista del resto de usuarios y punzaban la cremallera de las maletas para abrirlas completamente. Una vez que sustraían de su interior los objetos que les interesaba, entre los cuales había joyas, móviles, relojes, aparatos electrónicos..., volvían a cerrar la cremallera para dejar la maleta sin ningún signo de manipulación, recoge una nota de la Guardia Civil.
Asimismo, para que nadie pudiera percatarse de estos delitos, los detenidos colocaban las maletas a modo de parapeto entre la puerta de acceso a la bodega y su interior, incluso colocaron cortinas de seguridad, en concreto unas lonas rígidas, que en realidad están destinadas a asegurar que el equipaje no se desplace libremente en el interior. Los integrantes de este grupo criminal estaban perfectamente estructurados, con funciones definidas de forma jerarquizada donde cada uno se encargaba de una de las partes de la comisión del delito como elegir el vuelo, ocultar los efectos sustraídos, sacarlos de las instalaciones aeroportuarias, la venta de los efectos en joyerías o a través de internet y el reparto de beneficios. Para esconder los objetos robados del aeropuerto usaban ropa con costuras interiores realizadas manualmente o las propias taquillas personales. La Guardia Civil llevó a cabo varios registros, tanto en las taquillas de estos trabajadores del aeropuerto, como en sus vehículos particulares y viviendas.
Casi 30 relojes de alta gama
En total se intervinieron 29 relojes de alta gama, 120 piezas de joyería (oro y piedras preciosas), 22 teléfonos móviles de alta gama, apartados electrónicos, 13.000 euros en efectivo y un vehículo de alta gama. El valor de todos los objetos robados recuperados asciende a 1.953.571 euros. Los detenidos también consiguieron vender muchos objetos en comercios físicos y virtuales de segunda mano, por lo que también se investiga a 27 joyerías de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. La investigación ha sido llevada a cabo por la Unidad de Análisis de Investigación Fiscal y Fronteras (UDAIFF) del Aeropuerto Tenerife Sur con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC). La Guardia Civil ha contado con el apoyo de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), así como de las diferentes aerolíneas que operan en el Aeropuerto Reina Sofía. La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Número 4 de Granadilla de Abona.
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Pues que investiguen también a los trabajadores de Correos con los paquetes con envío ordinario.