El procesado pidió disculpas públicamente a la perjudicada, a petición del abogado de la acusación particular. «No quería ocasionar daño a nadie. Llevo un año y medio muy duro», dijo el varón. La magistrada le apreció el atenuante muy cualificado de estado pasional intenso. Además de la pena de prisión, que quedó suspendida, tendrá que indemnizar a la médico con 2.800 euros.
El suceso se remonta a las 14.30 horas del día 9. El procesado, en un estado de «excitación y nerviosismo», llamó al 112 y cuando fue atendido dijo que iba a ir a la Policlínica Miramar y matar a la pediatra de su hijo. El motivo de la agresividad del enjuiciado es que no estaba de acuerdo con el diagnóstico que la doctora emitió sobre el bebé, ya que horas después de darle el alta tuvo que ser hospitalizado de nuevo en estado grave.
Cuando el procesado realizó la llamada el menor se encontraba en la UCI del hospital de Son Espases y en la conversación telefónica no paraba de repetir que iba a acabar con la vida de la médico. Ante tal situación, el 112 comisionó a varias patrullas a la Policlínica Miramar para salvaguardar la integridad física de la doctora. La Policía Nacional arrestó horas después al sospechoso.
Tras el acuerdo de conformidad entre las partes antes de iniciarse la vista, celebrada una sala de lo Penal de Vía Alemania, la magistrada dictó sentencia en el mismo acto.
7 comentarios
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Yo lo hubiera hecho sin llamar a nadie. Para qué avisas?
Parece que la tal doctora no carbura mucho y habría que pedirle responsabilidades, pero tampoco se puede ir por el mundo amenazando, insultando o pegar a los sanitarios.
Lo importante es que esta doctora habla catalán.. si es buena facultativa es lo de menos.
No se justifica la violencia, ni las amenazas, pero los nervios y la impotencia del padre ante tal situación no debía ser fácil tampoco. La inhabilitación de la pediatra sería lo suyo también, es una dejadez de funciones en toda regla.
Buena doctora
Ah, o sea, le da el alta equivocándose en el diagnóstico y el bebé casi a punto de morir. Y ahora resulta que le tiene que pagar casi 3.000 euros por haberla amenazado. Yo creo que lo justo sería que esta doctora no cogiera ese dinero y le pidiera perdón al Padre. Yo creo que estos médicos no se dan cuenta de que la titulación hay que trabajarla hasta el día de la jubilación. No sé como esta señora puede dormir tranquila sabiendo que tiene esos errores que matan vidas por su culpa.
No solo ingresan al bebé, sino que entra en la UCI,en sólo unas horas,menudo peligro la "profesional" de la medicina que atendió a la criatura.