El procesado, este viernes, en una sala de lo Penal de Vía Alemania, en Palma. | J.P.M.

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Un juzgado de lo Penal de Palma condenó este viernes a tres meses de prisión a un joven, español de 30 años, por llamar al 112 para advertir que iba a matar a la pediatra de su bebé. La sanitaria trató al menor, le dio el alta y horas después tuvo que ingresar en la UCI de Son Espases por una bronquiolitis. Todo ello ocurrió en diciembre de 2022.

El procesado pidió disculpas públicamente a la perjudicada, a petición del abogado de la acusación particular. «No quería ocasionar daño a nadie. Llevo un año y medio muy duro», dijo el varón. La magistrada le apreció el atenuante muy cualificado de estado pasional intenso. Además de la pena de prisión, que quedó suspendida, tendrá que indemnizar a la médico con 2.800 euros.

El suceso se remonta a las 14.30 horas del día 9. El procesado, en un estado de «excitación y nerviosismo», llamó al 112 y cuando fue atendido dijo que iba a ir a la Policlínica Miramar y matar a la pediatra de su hijo. El motivo de la agresividad del enjuiciado es que no estaba de acuerdo con el diagnóstico que la doctora emitió sobre el bebé, ya que horas después de darle el alta tuvo que ser hospitalizado de nuevo en estado grave.

Cuando el procesado realizó la llamada el menor se encontraba en la UCI del hospital de Son Espases y en la conversación telefónica no paraba de repetir que iba a acabar con la vida de la médico. Ante tal situación, el 112 comisionó a varias patrullas a la Policlínica Miramar para salvaguardar la integridad física de la doctora. La Policía Nacional arrestó horas después al sospechoso.

Tras el acuerdo de conformidad entre las partes antes de iniciarse la vista, celebrada una sala de lo Penal de Vía Alemania, la magistrada dictó sentencia en el mismo acto.