Imagen de archivo de una mujer utilizando un ordenador portátil.

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Busco sexo ocasional. Me llamo Raquel [nombre ficticio] soy una chica muy viciosa. Da igual tu edad, color religión, país. Me pone el intercambio de fotos guarras. Edad 26 años.

Este es el anunció que publicó una mujer en páginas webs de contactos sexuales con el número de teléfono de su compañera de piso de Cala Rajada. La acusada lo hizo «con ánimo de humillarla gravemente», según recoge la sentencia del juzgado de lo Penal número 3 de Palma, que la ha condenado a cuatro meses y medio de prisión por un delito contra la integridad moral.

La procesada creó un perfil falso de la víctima en Facebook y publicó anuncios en la sección de contactos de varias páginas webs con el número de móvil de la perjudicada acomapaños con fotografías suyas en las que ofrecía servicios sexuales. La víctima fue hostigada durante dos semanas con hasta diez llamadas obscenas diarias. Los interlocutores le solicitaban los favores sexuales que supuestamente ofrecía. Los hechos ocasionaron en la mujer un sentimiento de humillación y se vio obligada a abandonar su lugar de trabajo y de residencia.

La acusada publicó los primeros anuncios de su compañera de piso el 16 de octubre de 2015 en las webs www.pasion.com y www.milanuncios.com. Cuatro días después difundió mensajes ofreciendo servicios sexuales en la página www.mundosexanuncio.com con el texto:

Sexo los [sic] cost. Soy Raquel y soy muy viciosa. Servicios desde 15 euros. Intercambio de fotos guarras por WhatsApp. Escríbeme.

La mujer, para publicar estos anuncios, utilizó la red wifi que tenía en su casa y que estaba vinculada a la línea de teléfono fija instalada en la vivienda que solo compartía con su pareja.

La acusada negó en el juicio haber publicado los anuncios y sugirió que podían haber sido otras personas que habían acudido al domicilio. La mujer reconoció que la relación con su compañera de piso empeoró con el paso del tiempo, el tabaco y que trajera a extraños a la casa era motivo de discusión constante.

El juez no tiene dudas de que fue la enjuiciada la que publicó los anuncios. «Teniendo en cuenta que se publican en diferentes momentos de octubre y en circunstancias diferentes, lo razonable es pensar que su autor ha de ser una persona que tiene acceso continuo a la red wifi del inmueble, y no un tercero que haya podido ir esporádicamente».

La defensa de la mujer afirmó que los anuncios los podría haber subido la propia afectada. «Una tesis a todas luces inadmisible ya no solo porque consta acreditado que la perjudicada no tenía acceso a la red wifi en ese momento, sino también porque es insólito que una persona se exponga públicamente y de aquella forma (se anuncie como prostituta «los cost» sin serlo con sus datos personales y lugar de trabajo, foto incluida)».