El local, según varios residentes de la zona, había sido reformado hacía «un par de años» y la parte que se ha derrumbado la utilizaban como chill out. «No sabemos si arriba había gente o no», aseguraba Javier y también un amigo de este, que atendían a Ultima Hora en el lugar del suceso.
Poco después de conocerse la noticia fueron muchos los curiosos, entre vecinos y turistas, los que se aproximaron al cordón policial, e incluso algunos lo burlaban, para acercarse al establecimiento derrumbado. La calle se convirtió en un ir y venir de sirenas y ambulancias. Los cordones policiales mantuvieron a distancia a los curiosos que querían agolparse.
Raul Pursnani, propietario de la tienda Moda Meena, tiene su negocio justo al lado del Medusa Beach, el local de la tragedia. «El derrumbe ha sido muy rápido y el ruido muy fuerte», apuntaba. Visiblemente emocionado, no tenía palabras para describir lo sucedido. «Es muy triste. No puedo casi ni hablar. Había gente comiendo, estaban de vacaciones y ahora mira lo que ha pasado».
El empresario de origen indio, que conocía bien el Medusa, explicaba que ha sido la primera planta la que ha sufrido el derrumbe y esta ha caído encima de los que se encontraban abajo. «Es una pena, cada año hay inspecciones, pero estas cosas parecen difícil de evitar», lamentaba.
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