Imagen de recurso de un niño en el interior de una bañera. | Pixabay

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Un juzgado de lo Penal de Palma ha condenado al pago de una multa de 900 euros a una canguro acusada de provocar importantes quemaduras a un niño de tres años cuando lo bañaba en su vivienda de Santanyí en verano de 2018. La mujer, española de 45 años, reconoció los hechos a través de videoconferencia y se declaró culpable de un delito de lesiones por imprudencia grave.

La magistrada apreció a la procesada los atenuantes de dilaciones indebidas y reparación del daño, ya que antes de la vista consignó 3.522 euros en favor de los padres del menor, representados por el abogado Juan José Gómez Bermúdez.

El suceso tuvo lugar el 10 de septiembre de 2018. La mujer estaba a cargo de dos menores mientras sus padres trabajan. Aquel día, el niño, de tres años, se defecó encima. La canguro lo llevó al baño para limpiarlo. Una vez allí, lo introdujo en la bañera y sin comprobar la temperatura abrió el grifo de la ducha. El agua estaba a un nivel «sumamente elevado», según recogió la Fiscalía.

La mujer, no obstante, empezó a lavar al menor, causándole importantes lesiones en la zona de los glúteos y las piernas. El niño sufrió quemaduras de primer y segundo grado y fue trasladado primero a un centro de salud. Días después acudió a Son Espases, donde se le realizaron curas en tres sesiones distintas. A la víctima le han quedado secuelas en forma de perjuicio estético «ligero». Tras el acuerdo de conformidad entre la defensa, la acusación particular y la Fiscalía, la magistrada dictó sentencia en el mismo acto.