La agresión se produjo en la terraza exterior de un restaurante con sala de fiesta de Establiments. | ALEX SEPULVEDA

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Agentes de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación de un lamentable incidente registrado en una fiesta de fin de curso de estudiantes celebrada en las instalaciones de un conocido restaurante de Establiments. Los hechos se remontan a las 02:30 horas de la madrugada del pasado viernes. Un menor, de 17 años, apunta que para el evento tenían que comprar una entrada y según fuese menor o mayor de edad te facilitaban una pulsera.

La víctima sostiene que había dos partes diferenciadas, en una podías consumir alcohol y en la otra no. En un momento dado, se percató de que a su amiga el personal de seguridad la estaba expulsando del recinto porque se había cambiado una pulsera con otra persona y los porteros lo habían detectado. Ambos amigos estaban esperando en la terraza exterior a que la madre de uno de ellos viniera a recogerlos cuando el chico dijo en voz alta a sus amigos: «Los que han organizado esta fiesta son gilipollas». En ese momento, una chica que trabaja de seguridad se encaró a los menores y les dijo «si tenéis cojones me lo repites a la cara».

En ese momento, el denunciante reconoce, en sede policial, que volvió a repetir de nuevo su opinión sobre la organización de la fiesta. La seguridad llamó a sus compañeros diciendo que un chico le había faltado el respeto. Es más, le dijo al responsable del equipo de seguridad: «¿Le pegas tú o le pego yo?». Al llegar el encargado del dispositivo, le propinó un fuerte empujón al menor a la altura del esternón tirando al estudiante al suelo y perdiendo durante unos 10 segundos la consciencia. Al rescuperarse y estando tendido en el suelo, el controlador de acceso le dijo: «Maricón de mierda, ahora ya no eres tan hombre delante mía», en clara alusión por su condición sexual.

Al llegar la madre de uno de los chicos y recriminar el comportamiento para con los menores de edad, la vigilante asestó un bofetón y un empujón al adolescente. Finalmente, la Policía Nacional se personó en las instalaciones, pero no localizaron al responsable de seguridad, quien está identificado. La víctima, tuvo que ser trasladada hasta un centro hospitalario para ser asistido de las lesiones que presentaba. El chico presentaba un fuerte dolor en cervicales y glúteo. A partir de ahora, el Grupo de Investigación de Distrito Oeste de la Policía Nacional asume la investigación del caso por un presunto delito de lesiones y delito de odio.