El procesado, un argelino de 20 años, junto a la traductora, este jueves en una sala de lo Penal de Palma. | J.P.M.

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Un joven argelino, que se encuentra en situación irregular en España, aceptó este jueves la expulsión del país tras reconocer que robó tres móviles y 600 euros en efectivo en un piso de Palma el pasado mes de mayo tras acceder a él trepando por la fachada. El destierro sustituye a la pena de dos años y tres meses de prisión, donde se encuentra desde que fue arrestado por la Policía Nacional.

No obstante, y tal y como han señalado tanto la Fiscalía y la juez durante la vista, mientras se tramita la orden de expulsión, a sabiendas de las complicaciones que habrá para hacerse efectiva, el delincuente continuará en el centro penitenciario de Palma.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 20.30 horas del 8 de mayo. El joven, nacido en 2004, trepó una distancia de más de 2 metros por los cables de datos de la fachada para acceder al balcón de una vivienda en la calle Martínez de Eslava de la capital balear. Una vez en el interior de la vivienda se dirigió a una habitación y a se apoderó de dos teléfonos Iphone y un Oppo, así como 600 euros en efectivo que había en un cajón. El ladrón se marchó por la puerta principal.

Agentes de la Policía Nacional, tras la denuncia de la víctima, localizaron al sospechoso dos días después. Una cámara de vigilancia del inmueble captó los movimientos del ladrón. El sentenciado, además, tendrá que indemnizar a la perjudicada por el valor de los efectos sustraídos.