La Guardia Civil de Calvià arrestó a los sospechosos, dos hombres y una mujer británicos. | OPC

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La Guardia Civil de Calvià ha detenido a tres turistas británicos de la misma familia, dos hombres y una mujer, por agredir a varios compatriotas en la piscina de un hotel de Santa Ponça tras un enfrentamiento entre ambos bandos. Los perjudicados presentaban hematomas por todo el cuerpo y uno de ellos heridas en la cara que precisaron puntos de sutura.

Los arrestados, de 62, 37 y 29 años, pasaron a disposición judicial en la jornada de ayer en Vía Alemania y la magistrada de guardia ordenó su puesta en libertad. Los británicos fueron asistidos por el abogado Rafael Llompart. La directora del establecimiento donde se alojaban los echó, junto a otros familiares, por su comportamiento fuera de lugar.

Según detallan fuentes próximas al caso, el suceso tuvo lugar el lunes sobre las 23.00 horas en un apartahotel ubicado en la Avenida del Golf de Santa Ponça. Empleados del establecimiento relataron a la Guardia Civil que varios turistas británicos se estaban golpeando en la piscina. Cuando llegaron los agentes se encontraron a cinco adultos y a tres menores en la puerta del alojamiento. La dirección había colocado cadenas y un candado para que no entraran. Los habían echado.

El altercado tuvo lugar en la zona de la piscina. Dos familias británicas, una de ellas con la mayoría de sus miembros bajo los efectos del alcohol, se enzarzaron en una discusión. Una de las partes echó en cara a la otra que no les dejaban ver tranquilos el espectáculo que había este lunes por la noche. Los empleados del hotel mediaron para calmar los ánimos, pero no pudieron. Tres de los implicados de la misma familia agredieron a un hombre y una mujer.

Los perjudicados, al ser entrevistados por los agentes, mostraron las lesiones que había sufrido como consecuencia de los golpes que habían recibido. Sólo pudieron defenderse dado que se encontraban en inferioridad numérica. La Guardia Civil, con toda la información recopilada en el lugar, procedió al arresto de los tres sospechosos. La joven detenida se encaró con los agentes, a los que insultó, y dio un puñetazo a uno de ellos en el pecho.