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Salvador Lllinàs Oñate ya estuvo en prisión preventiva por estafa. En torno a 2006, él, su padre Salvador Llinàs Bauzà y una de sus hermanas fueron investigados por un posible fraude fiscal millonario en torno también a los coches de alquiler. La investigación se centraba en la inscripción de centenares de estos vehículos en Montuïri y llegó a salpicar al entonces alcalde de la localidad, que fue imputado.

La Fiscalía y Aduanas sospechaban que era una maniobra para eludir el pago de impuestos. En ese contexto, Llinàs Jr. y su hermana ingresaron en prisión preventiva ante la existencia de un riesgo de fuga que el Ministerio Público consideraba muy elevado.

Tras unas semanas en prisión quedaron en libertad con una fianza de 90.000 euros. En aquella causa estuvo también imputado el entonces alcalde de la localidad. El juzgado llegó a pedir información a cinco países para analizar si se producía un posible blanqueo de capitales y el fraude se cifraba en 18 millones de euros.

Tras años de retraso en la tramitación de la causa, en 2013 el juez decidió archivarla al descartar la existencia de un fraude fiscal. Llinàs sénior ya estaba fugado entonces en Paraguay y su hijo ponía en marcha por esas fechas Autocklick, la empresa cuyas actividades ahora están bajo investigación. El padre, condenado finalmente por estafa en 2023, tiene otros antecedentes. En 2007, el padre fue condenado por una trama de compra de títulos falsos de patrón de yate. Padre e hijo comparten las sospechas por estafa y la fuga a otros países para intentar eludir a la justicia.

Llinàs júnior está ahora mismo en prisión preventiva en Alemania mientras las autoridades germanas deciden si le extraditan a España o a Italia por la venta de coches de Auto Click. La empresa comercializó más de 3.000 vehículos que no eran de su propiedad y a los que había llegado a través de acuerdos de renting o de financiación. Además está anudada una investigación por el traslado de los fondos a paraísos fiscales.