La Paca’, este martes, esperando a su abogada en los juzgados de Vía Alemania, en Palma.

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«Quiero que quede muy claro que si he ido a Son Banya ha sido para llevar comida y ropa a mi hijo, nada más. Y me he ido enseguida, porque tengo pánico a que me puedan meter en un lío». Francisca Cortés Picazo, ‘La Paca’, ha asegurado a este periódico que «nunca más volveré a las drogas» y ha pedido respeto porque se encuentra en tercer grado penitenciario.

Acompañada de la prestigiosa abogada Cata Pou, la exmatriarca del poblado acudió el martes de los juzgados de Palma, para intentar desbloquear su pensión de unos 500 euros mensuales, que lleva un tiempo congelada por las autoridades.

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A través de su letrada, la exjefa del clan confirmó que había vuelto a pisar el poblado, pero en visitas puntuales y contadas: «Mi hermana Manuela me dice que vaya a comer una paella pero yo no quiero. Tengo muchísimo miedo que me pase algo. Después de que publicarais que me habían visto por Son Banya otra vez me han llamado hasta de Almería. Yo no tengo nada que ver con ‘El Ove’ ni con ‘El Charly’ ni esas cosas que se han dicho. La gente puede decir muchas cosas, pero yo solo quiero que me dejen tranquila».

El comportamiento en prisión de Francisca Cortés ha sido impecable y durante todo el tiempo que ha permanecido recluida no ha tenido ningún incidente. Su abogada recordó que ‘La Paca’ ha pasado 18 años entre rejas y está rehabilitada. Sin embargo, la exmatriarca atraviesa un delicado momento personal y teme que la sigan: «Lo ha pasado muy mal, es normal que esté así». Francisca Cortés ha confirmado que su situación económica es delicada y que incluso algunos de sus amigos le han tenido que prestar dinero «para salir adelante».

Ahora, a sus casi setenta años, la que fue leyenda del narcotráfico sólo pide una cosa: «Que me dejen en paz, yo no me meto con nadie ni hago nada malo. Sólo quiero vivir en paz. No hago nada ilegal».