Todo empezó el pasado martes. Por la mañana se activó la alerta roja en el litoral de la provincia de Valencia y su interior norte por lluvias torrenciales, que dejaban unos primeros desbordamientos del río Magro y de barrancos como el del Poyo, que ocasionaron el corte de carreteras como la A-3 entre Requena y Utiel, por lo que se pidió la ayuda de la UME. Ya por la tarde, sus caudales habían crecido tanto que se desbordaron e inundaron localidades como Paiporta, Catarroja, Sedaví, Picanya, Massanassa, Benetússer o Algemesí. A las 20:12 horas, la Generalitat mandó el aviso a la población para que no salieran de casa y evitaran desplazarse, sin embargo, ya era tarde.
La devastación del miércoles
Al día siguiente, se visualizaron las primeras consecuencias catastróficas del paso del temporal en Valencia. Rápidamente, se viralizaron las imágenes de coches amontonados en las calles de varios pueblos de la zona, entre otros destrozos. Y también, afloraron los testimonios de la gente atrapada por las riadas. Los primeros datos oficiales desvelaron que había 51 los fallecidos (al final del día fueron más de 90) y la Generalitat habilitó un teléfono para familiares de personas desparecidas, mientras continuaban los rescates de centenares de personas, complicados por la imposibilidad de acceder a muchos puntos por el estado de las infraestructuras.
Aumenta la cifra de fallecidos el jueves
El jueves 31 de octubre se declaró el primer día de luto. Los servicios de emergencia se volcaron en abrir vías de acceso a las zonas más afectadas por la DANA. Por otra parte, llegó otro balance de fallecidos, que situó la cifra en 155, muchos de ellos en la localidad de Paiporta, considerada como la localización ‘cero’ del temporal.
El viernes, se actualizó el balance de muertos en 202. Sin embargo, entre tanto dolor apareció la solidaridad de la gente de Valencia. Miles de voluntarios recorrieron varios kilómetros a pie para llegar a las zonas más dañadas y socorrer a sus vecinos, limpiando las calles de barro, llevándoles comida, agua y todo lo que les hiciera falta. Una cadena solidaria que llegó al corazón de todo el país.
Un fin de semana lleno de actos solidarios
El sábado, se desencadenaron multitud de acciones solidarias para apoyar a los más damnificados por la DANA. Miles de voluntarios respondieron a la llamada de la Generalitat de acudir la Ciudad de las Artes y las Ciencias para trasladarles a las zonas afectadas en el primer día de restricción de la circulación de vehículos en las carreteras de acceso, mientras seguían llegando, desde otras comunidades autónomas, maquinaria y equipos.
Por otro lado, el domingo estuvo marcado por la visita de los reyes, de Pedro Sánchez y Carlos Mazón a Paiporta, la zona cero del temporal. Lo que sucedió ese día revolucionó tanto a la sociedad española como a los medios. Éstos fueron recibidos con insultos y con lanzamiento de barro y unos altercados que llevaron a suspender la visita prevista después a Chiva. Las imágenes de la reina Letizia llorando con la cara embarrada y del rey Felipe charlando con los vecinos enfurecidos, serán recordadas durante mucho tiempo.
El alivio de Bonaire
El lunes, una de las grandes noticias tuvo lugar en el párking del centro comercial Bonaire. Al estar completamente inundado, los servicios de emergencia no habían podido comprobar si había víctimas en su interior. Al ser un lugar bastante grande, con tres plantas subterráneas, el temor a que habría un número considerable de fallecidos era grande. Sin embargo, al final del día se confirmó que no había que lamentar ninguna pérdida.
Este martes, una semana después de la tragedia, el Gobierno ha aprobado ayudas urgentes por importe de 10.600 millones de euros para particulares, empresas e instituciones de los 75 municipios valencianos, castellano manchegos y andaluces golpeados por la Dana, que incluye ayudas directas, exenciones y aplazamientos de impuestos, moratoria de hipotecas y avales para préstamos.
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