Los dos acusados, en el juicio con jurado en la Audiencia de Palma. | M. À. Cañellas

TW
2

Francisco Jesús J. está acusado de asesinar a un turista alemán tras arrojarlo desde una furgoneta en marcha a la autopista de Llucmajor. Tim Vogt, la víctima, fue arrollada por un coche y murió. Tenía 20 años.

-¿Qué ocurrió el día 8 de octubre del año 2022?- ha preguntado su abogada, este miércoles, en el juicio con jurado en la Audiencia de Palma.

-Ese día salíamos de s'Arenal en dirección Palma. Vimos a Tim parando un taxi delante nuestro y frenamos detrás del taxista, que le dijo que se fuera. José David me dijo de subirlo. Se subió por la puerta izquierda y se sentó detrás de mí. Yo no conozco la zona, cojo una glorieta y pienso que me equivoco. Me meto en la autovía y cuando ya me incorporaba vi cómo el chivato de la furgoneta se encendía y noté un pequeño aire. Empecé a tocar el freno y me eché al arcén. Pocos segundos después veo que la puerta se abre y que Tim no estaba en el coche. José David me dijo: '¡Este chico ha saltado, este chico ha saltado!'

El conductor de la Citroën Berlingo fue detenido por el asesinato de Tim por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Palma, el 23 de octubre de 2023, en Málaga. «Quise declarar porque no me sentía culpable ni tenía nada que esconder», ha comentado el hombre. «Yo tengo la certeza de que Tim se incorporaba. No llegó a ponerse de pie. Se puso como de rodillas e iba a levantarse. Yo me preocupé y me pregunté cómo había saltado del coche. Al verlo levantarse de la carretera es cuando decido reanudar la marcha. En ningún momento lo montamos en el coche para robarle y para hacerle daño», ha añadido. «¿Cómo voy a montar a una persona en el coche y tirarlo a la carretera?, ¿en qué cabeza cabe?».

El acusado, que solo ha respondido a las preguntas de su abogada defensora, ha comentado que «nunca» tocaron al turista alemán, que estuvo «un minuto o minuto y medio» en el interior del vehículo. «Yo supuse que se había levantado y que no había ningún peligro para él porque no había coches». Francisco Jesús J. se ha dirigido a la familia del fallecido para trasladarle el pésame. «Que no se vayan de aquí con la sensación de que nosotros hicimos algo malo, no le pusimos ni una mano encima».

José David R., el otro procesado por el crimen del turista alemán, ha explicado que recuerda perfectamente el momento en el que se montó Tim en la furgoneta. «Escuché tres o cuatro veces que me decía: 'Palma, Palma, Palma'. Yo me giré y le pregunté: '¿Dónde?' No le entendí y se me ocurrió pasarle mi móvil con el Gugle [sic] Maps. Me impactó ver el movimiento de sus piernas. Abrió la puerta y yo intenté que se calmara. Ángel Ruiz [jefe de Homicidios de la Policía Nacional] dice que es imposible que yo cerrara la puerta, pero no cuenta cómo verdaderamente fue.

-¿Señoría, puede escenificarlo?- ha preguntado su abogada Belén Porcel.

-Sí.

El acusado ha comentado que cerró la puerta de la furgoneta Citroën Berlingo y le puso el cinturón. «Sé que Tim no está aquí, pero daría los brazos para que me los cortaran sin anestesia para que Tim declarara. Os aseguro que José David no estaría aquí como acusado. Yo no soy nadie para quitar la vida a una persona que lleva conmigo dos minutos, no tengo motivos. Por desgracia, el causante de que Tim no esté aquí tiene siete letras y se llama alcohol».

José David R. ha afirmado que cada mañana abre la Biblia en su celda y pide a Dios que le proteja. «No he hecho daño en mi vida a nadie y me veo aquí por intentar ayudar a una persona».

La fiscal, que reclama una condena de 25 años de cárcel para cada uno de los acusados por un delito de asesinato, sostiene en su escrito que introdujeron a la fuerza a la víctima en la furgoneta y minutos después la lanzaron desde el vehículo en marcha a la autopista de Llucmajor.