Imagen de la llegada del detenido por el crimen de Marratxí este miércoles a los Juzgados de Vía Alemania de Palma. | Teresa Ayuga

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Sebastián, el joven detenido por el crimen de Marratxí ha llegado este miércoles a los juzgados de Vía Alemania custodiado por agentes de la Guardia Civil. La víctima, Federico Biayna Salinas, venezolano y de 34 años, habría sido asesinado a pedradas por su novio tras una acalorada discusión.

Tal y como adelantó en primicia Ultima Hora, este episodio violento se produjo en torno a las 20.30 horas del pasado viernes, aunque no fue hasta pasadas las 10.30 horas del sábado cuando el cadáver fue hallado por una pareja que iba paseando con su perro en el torrente de Coanegra.

La pareja del difunto, de la misma edad, vivía en casa de sus padres en el Pont d'Inca, mientras que él tenía la residencia fijada en Palma, por lo que se conocía muy bien la zona donde habría acabado con la vida de Federico tras sufrir un «arrebato» durante una discusión de pareja, con la que llevaba saliendo hace apenas unos meses tras conocerse a través de una app de citas.

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Sebastián, el presunto autor del crimen es muy conocido por ser una persona muy manipuladora, agresiva y violenta. «Lo tenía totalmente controlado y trataba de separarlo en todo momento de nosotros», aseguran los familiares de la víctima.

El crimen de Marratxí ha vuelto a sorprender a la sociedad mallorquina apenas unos días después del asesinato de Rosario Díaz 'Chari' por parte de su expareja en el Coll d'en Rebassa, lo que hace de diciembre un mes negro con dos muertes violentas separadas por sólo cuatro días.

Federico, el asesinado, padecía de una discapacidad del 50% y sufrió abusos por parte de sus tíos durante la infancia. Posteriormente, él se convirtió también en un agresor sexual tras ingresar en el Pinaret, donde según explicaron sus familiares «abusó de menores cuando tenía 17 años, porque pensaba que estaba bien hecho». No obstante, también paso por la prisión de Palma, donde salió a los 28 años. Durante ese periodo de tiempo, Federico recibió terapia psicológica. «No entendemos los motivos por los que se están publicando cosas malas de nuestro familiar, dado que es la víctima de un caso de asesinato. Nos sentimos avergonzados de salir a la calle, después de todo lo que se está diciendo de una persona que hizo cosas malas hace mucho tiempo y ya pagó por ellas», añaden.