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Siempre he defendido que uno de los mejores planes, en invierno como en verano, es ir de galerías de arte. Esta vez fue en la Horrach Moyà para asistir a la primera exposición en solitario del joven Francesc Rosselló (Palma, 1994), con una obra que impacta, en apariencia sosegada pero que contiene notas de melancolía y en la que se aprecia una clara evolución de concepto, al haberse realizado antes y durante la pandemia.

«Cuando pinto, filtro toda la mierda que se acumula en mi vida», asegura Rosselló. Encontré allí a Inma Prieto, directora de Es Baluard, a la comisaria Neus Cortés, a los coleccionistas Alberto Tomàs, Joan Bonet y Jose Ferriol; y a los artistas Susy Gómez, Girbent, Carles Congost, Bel Fullana y Tomàs Piza. Además, arroparon al pintor el cantante Xavi Bo y su pareja, la cantante Marina Reche, con Pau Mateu. ¡Ya huele a Navidad!