La Duquesa de Alba: «Mi única inclinación política es la Monarquía»

«Soy monárquica al cien por cien porque considero que es una continuidad en España; cuando se fue la última monarquía trajo la Guerra Civil», ha señalado la duquesa, para remachar: «España en toda su historia fue monárquica y es lo que debe ser».

La mayor parte de sus palabras han sido para Sevilla: «Para mí lo primero, después de mi familia, es Sevilla; me muero por Sevilla, tanto que voy a descansar al final de mi vida aquí, para estar en esta tierra andaluza que considero la mía».

Acompañada por el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y por el periodista Antonio Burgos, que ha presentado el libro, la duquesa ha dicho de «Yo Cayetana": «Es fruto de una madura reflexión que pretende expresar la realidad auténtica de mi vida, y por eso da una versión distinta de acontecimientos relatados por otros sin conocer la auténtica verdad».

También es esta obra un homenaje a su padre, que fue para ella, niña huérfana de madre, «un auténtico padre» y de quien guarda el recuerdo de «un hombre joven».

Antonio Burgos, que la ha descrito como la duquesa «más goyesca de toda la estirpe», ha asegurado que se trata de una mujer «optimista, vitalista, rebelde y tenaz, y siempre inteligente», además de poseer «un carácter único» y ser una «goyesca y valleinclanesca duquesa castiza».

De su tercer marido, Alfonso Díez, que acompañaba a la duquesa, ha dicho Burgos que «sabe de cine más que Lumiere, que lo inventó», además de dedicarle los adjetivos «culto y prudente».

El libro «es la oportunidad de conocer a la verdadera Cayetana; lo que es más allá del personaje que representa» y conocer su «personalidad arrolladora, su capacidad de disfrutar de la vida y de hacer disfrutar a quienes la rodean» y de comprobar que se trata de «una luchadora que apoya a los más débiles», según ha señalado el alcalde de Sevilla.

La editora de Espasa, Ana Rosa Semprún, ha recordado que la obra encabeza la lista de los libros más vendidos desde su salida, en octubre, y haber podido constatar que España es un país lleno de «cayetanófilos».