Isidoro Ruocco, Federico González, Gerard Falcó, el armador del ‘Esmeralda’, Vitorio Cavazana; Roberta Bisol y Javier Castro. | Eugenia Planas

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Desde hace años, el Club de Mar organiza la competición Illes Balears Clàssics, una de las regatas más importantes del circuito de vela clásica del Mediterráneo. Como objetivo, la conservación de barcos que son depositarios de las mejores tradiciones marineras y exponentes de la historia y cultura naval. Este año, la XXVIII Regata Illes Balears Clàssics cuenta con una flota de 34 barcos que, con tres jornadas de competición, con uno o dos recorridos diarios en la bahía de Palma, competirán por los trofeos en distintas categorías.

La regata cuenta cada año con un variado programa de actos sociales para que los equipos participantes puedan disfrutar de un rato de ocio al término de cada jornada. La bienvenida del pasado jueves fue una fiesta de encuentro entre las diferentes tripulaciones. La fiesta nocturna se celebró en el Club de Mar que, aunque aún en obras, adaptó la zona del pantalán de los barcos que competían como espacio para la diversión.

El presidente del Club de Mar, Borja de la Rosa, dio la bienvenida a los participantes de la regata. Entre joyas de la náutica como los clásicos Rosendo, Marigan, Barbara, Orion, Gipsy o So Fong, entre otros, y los históricos Manitou, un yawl botado hace más de 80 años que sirvió de lugar de relax para John Fitzgerald Kennedy, o Tuiga, que perteneció a Alberto de Mónaco, se disfrutó de la música del Dj Truyi y de la gastronomía de la Isla en la cena ofrecida a los asistentes. La noche de bienvenida se brindó por el porcentaje acentuado de tripulación femenina en barcos-joya y por la fusión de la belleza del patrimonio naval histórico con el deporte de la vela.