Javier Bonet, Llorenç Galmés, Jaime Martínez, Jaume Plensa, Margalida Prohens, Walter Smerling, Gabriel Le Senne, Jaume Bauzá y Fernando Luis Gracia. | Eugenia Planas

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La presidenta balear, Margalida Prohens, inauguró en la Lonja el monumental Mirall de Jaume Plensa, quien contribuye al objetivo de hacer de sa Llonja «la vanguardia de las propuestas culturales que queremos que definan a nuestras Islas», tal y como dijo Prohens. Ante un numeroso público, entre el que se encontraban caras muy conocidas de la sociedad mallorquina como arquitectos, diseñadores de interiores, empresarios, cónsules, entre una nutrida representación del tejido social palmesano, se dieron a conocer las dos enormes esculturas que componen Mirall, dos enormes cabezas ‘Invisible Laura’ e ‘Invisible Rui’, realizadas en acero y que, suspendidas desde el techo a unos siete metros de altura, llenan el espacio gótico.

Cabe destacar que Mirall juega con el concepto de dualidad desde varios ámbitos, desde pasado y futuro, el yo y el otro, espiritualidad y corporeidad, y noche y día a través de la luz y la oscuridad. Por esta razón, parecen dos exposiciones diferentes si se visitan de día o de noche. Juntas generan un espacio de reflexión del que Plensa explicó que «muchas veces, cuando estás delante de una puerta y estás llamando, todo lo que hay detrás de la puerta lo estás imaginando tú, la puerta se convierte en un espejo de ti». Lo cierto, es que, a medida que oscurecía, los rostros en acero se tornaban mágicos y de cada vez más presentes. A la anochecida, la mayoría de visitantes las captaba con su teléfono móvil alzando la mano sobre el hombro, o captaba su reflejo en las ventanas de la Lonja, con los árboles asomando en el rostro de Laura. Magia fue lo que captaron los ojos del visitante a la inauguración de una muestra que podrá ser visitada hasta el próximo 15 de febrero de 2025.