Hoy, echando la vista atrás, Guillem se muestra contento del giro radical que dio a su vida apenas cumplidos los veinte años –«no soportaba pasar la jornada laboral entre cuatro paredes», recuerda ahora– a pesar de que, admite, la vida de payés conlleva muchos sacrificios.
Con los fines de semana hipotecados durante buena parte del año, sin festivos y con la constante incertidumbre que conlleva la fluctuación de precios en el sector primario, Guillem Mas admite que a su hijo –que ahora tiene seis años– no le va a inculcar la pasión por su profesión. «Si quiere ser payés –subraya– estaré encantado, pero no seré yo el que le anime a vivir de esto», especialmente tras unos meses que están resultando «muy complicados» por el alza sin límite de los precios, sobre todo del carburante y de los abonos.
Y aunque no se arrepiente de haber dado el salto inverso al que dan la mayoría de payeses, que siguen abandonando el campo, sí reconoce que trabajar de sol a sol durante la cosecha, con jornadas que se extienden «desde las siete de la mañana hasta las once de la noche», no es la vida ideal que quizás algún día soñó. «Deberíamos ser todos funcionarios», concluye con ironía este autónomo para quien el precio que se paga por los productos del campo no compensan «ni de lejos» el esfuerzo que realizan sus gentes para llevarlos a nuestra mesa.
Lamenta Mas las «inspecciones constantes» que «parecen perseguir» a quienes trabajan la tierra, y pone en duda incluso la rentabilidad de algunas de las ayudas procedentes de Europa, cuando se les va a exigir una digitalización de su trabajo que, en su opinión, les obligará a contratar personal para poder estar al día: «lo que entre por un lado –lamenta– se nos va a ir por el otro».
Con una sola persona a su cargo, Guillem no será uno de los muchos empresarios del sector que, según publicaba este diario días atrás, se verá afectado de forma directa por el incremento del salario mínimo interprofesional. Sin embargo, admite que tanto la «creciente burocracia» como la imparable inflación amenazan a quienes, como él, se empeñan en seguir viviendo del campo. Lo hace en su caso a través del cultivo de cereales, que en 2022 tuvieron un buen comportamiento a nivel de precios pero que aún así resultó insuficiente para compensar el incremento en los costes de producción. Él, por ahora, seguirá peleando para no abandonar el campo y poder vivir «dignamente» de él.
6 comentarios
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NinPues al precio que fijara el mercado, oferta y demanda. Tengo entendido que por una inversion les dan el 50% , pagado de nuestros impuestos, para que puedan fardar de tractorazo en el pueblo. Que se lo paguen ellos.Soy transportista y a mi no me dan nada.
MacamentoImagínate a cuanto tendrías que pagar el producto sin las subvenciones. Es gratis hablar sin saber lo que hay
J.B.V.Cualquier funcionario tendria que ser payes por decreto 5 años?....joderr como esta el patio
TODOS FUNCIONARIOS. A demás, reafirmo todo lo que Guillem Más afirma por una sencilla razón, porque este Sr. está metido en el "ajo" y añado: No debería de haber ningún funcionario y, o, semejantes que antes de su cargo por decreto ley haber sido 5 años como Guillém Más. Aseguro que: OTROS GALLO CANTARÍA.
El verdadero payes, no es el que recibe subenciones, el verdadero payes, yo conoci uno que tenia vacas, muy cerca del areopuerto,y me dijo, jamas he tenido vacaciones, las ordeño por las mañanas, por la tarde, su unica aficion era ir a Son Pardo. Que era un lugar muy distinto al actual, donde la gente aparte de apostar, era un lugar adecuado para los negocios, ventas y compras de fincas, hablar de que el campo tenia sus dias contados, y tambien acudia a las antiguas ferias de todos los pueblos de Mallorca, tanto para mirar de comprar un tractor o una furgoneta o coche, no habia concesionarios,todo estaba en Palma, solian bajar a Palma de cualquier pueblo normalmente con un amigo mecanico o entendido en vehiculos, quedaban a comer y luego venian a la compañia de seguros. Todavia no habia corredores, las polizas se hacian con maquina de escribir, papel carbon y typex para borrar, luego entro la informatica, y se acabo el factor humano, todo ha cambiado. No hay compañias de seguros, todo es wassap, y ya no quedan payeses, la vida es asi, pero es lo que hay.
Reciben Subenciones de por todos lados i se qejan, es el trabajo mas subvencionado.