El cilantro es una hierba que divide opiniones: mientras algunos disfrutan de su sabor fresco, para otros tiene un desagradable sabor a jabón. Esta diferencia tiene una explicación científica vinculada a la genética. Investigaciones sugieren que los aldehídos, compuestos presentes en el cilantro y utilizados en jabones y perfumes, son los responsables de este sabor particular. Un grupo de personas posee una variación en un gen llamado OR6A2, que los hace más sensibles a estos compuestos, provocando una percepción de sabor jabonoso.
Este fenómeno está relacionado con un gen que codifica un receptor sensible a los aldehídos, compuesto clave en las hojas del cilantro. Los aldehídos también se encuentran en productos de limpieza y fragancias, lo que explica la similitud en el olor y sabor. De hecho, esta aversión es más frecuente en personas con una mayor sensibilidad genética a este compuesto químico.
Además, la forma en que experimentamos el sabor está influenciada por factores culturales y experiencias personales. Aquellos que han crecido en culturas donde el cilantro es común tienden a tolerarlo mejor, lo que sugiere que nuestras papilas gustativas pueden educarse para aceptar ciertos sabores. Sin embargo, para quienes poseen la variante genética que los hace sensibles a los aldehídos, el cilantro siempre tendrá ese desagradable sabor a jabón.
Es interesante que este gen puede variar de una población a otra. En algunos países, es más común que las personas disfruten del cilantro, mientras que en otros, la percepción de sabor jabonoso es más frecuente.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.