¿Qué convierte a un restaurante en un lugar único? La elaboración, el producto, el servicio, el entorno? Seguramente ninguno de esos aspectos de forma aislada, y sí la amalgama de todos ellos. En algunos casos, más relevante cuando reúne características que lo convierten en especial, casi irrepetible. Algo de esto sucede en Es Revellar, un agroturismo ubicado en Campos, donde puede disfrutarse de una inusual oferta que aúna arte y gastronomía.
Cenar en un frondoso jardín entre palmeras, vegetación y obras de arte, es la guinda gastronómica con la que culmina el sorprendente recorrido (dos horas, con guía) por una espectacular colección en la que sobresale el arte étnico –desde figuras prehistóricas de la cultura Nok africana, máscaras, totems…-, ramificaciones destacadas de arte contemporáneo, como la interesante sala que acoge obra de Picasso y Basquiat, o las llamativas creaciones de land art distribuidas en los 30.000 metros cuadrados de bosques animados, jardines renacentistas y estanques de este exclusivo art resort en Campos.
La colección -más de 2.600 obras- es el fruto de la pasión de Roberto Alcalde, empresario de largo recorrido que estudió con Milton Friedman en Estados Unidos, que se curtió en el mundo del petróleo, montó empresas de mantenimiento y servicios industriales que vendió muy bien, y se dio a conocer para el gran público con Coronel Tapioca, la cadena pionera en productos y experiencias de viajes y aventura. En esa etapa tuvo oportunidad de adquirir un importante fondo de máscaras y arte étnico para sus tiendas, de las que llegó a tener 150 por todo el territorio nacional, y forjó buena parte de su colección.
Ahora, a sus 84 años, mantiene lúcida su mente, una envidiable capacidad emprendedora, y cuida con mimo el exclusivo art resort -hotel de arte- en que ha convertido esta finca que adquirió hace un cuarto de siglo como residencia para su familia.
En Es Revellar ha consolidado una propuesta particular y diferente, con su colección de arte como pilar fundamental, a la que ha sabido añadir una cuidada oferta gastronómica tanto para los huéspedes alojados como para los clientes externos atraídos por ese maridaje único de arte y comida. Al frente de los fogones está desde sus inicios el chef Tolo Julia -un campaner cuya familia tenía negocio de restauración en Ses Covetes, quien ha diseñado una sugerente oferta de platos de temporada, bastante clásica, y un interesante menú degustación para los clientes que reserven la visita a la colección. El recorrido comienza a las 18.30 horas, se realiza en inglés y español, y está disponible sólo viernes y sábados bajo reserva.
Nuestro menú degustación, servido en el agradable jardín, se inició con unos sabrosos aperitivos a base de coca de cebolla, higos y queso mahonés, y una melosa gyoza de pato y sobrasada, seguidos por una refrescante ensalada de hinojo, naranja y menta. Unos pimientos de piquillo rellenos de rape y gamba roja, de agradable textura, precedieron a una excelente corvina con suquet de gamba roja, muy tierna y perfecta de punto, que hubiera sido suficiente como plato principal de la cena. El menú incluía, no obstante, otro buen segundo: presa ibérica troceada, con ragú de calabaza y crema de puerros, en su punto. De postre, un delicioso gató de nueces con helado de ensaimada, que fue un buen colofón para esta velada única. Todo el paquete artístico-gastronómico, a un interesante precio: 65€, con propuesta de maridaje de vinos opcional de 30€. Los platos de la carta, también a precios razonables.
Magnífico matrimonio, atractivo e interesante, de arte y gastronomía en este art resort único en el corazón de Campos. Una experiencia sorprendente.
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