Sangat significa comunidad consciente, es el grupo de personas que resuenan con una misma intención de consciencia para sostenerse unos a otros, para formar parte de un grupo de personas de mentalidad similar que comparte valores de bienestar emocional, compromiso espiritual y transformación personal.
La Sangat es la comunidad consciente en las tradiciones venidas de la India o Tibet. La Sangat te contiene, te arropa y sobre todo, te da un sentido de pertenencia sin importar donde te encuentres. ¿Y por qué digo qué más que nunca es urgente volver al sentido de la Sangat o comunidad?
Porque vivimos un mundo que nos exige reunirnos en una profunda disposición compasiva que procure el cambio amoroso. Lo que vemos cada día es intolerable y sin embargo, resultado de quienes somos colectivamente. Lo que vemos, somos.
Somos como humanidad, el resultado de nuestra consciencia colectiva, todos los desastres que estamos viendo a nuestro al rededor es solamente la proyección de lo que colectivamente, como grupo racial, hemos generado. Somos los únicos responsables y por tanto también está en nuestras manos comenzar a hacer una diferencia.
Sé que mientras lees esto, probablemente estarás pensando que tú qué tienes que ver con el desastre colectivo a nivel global, y sin embargo, la ciencia ha probado una y otra vez que estamos todos interconectados, que el vuelo de una mariposa al otro lado del mundo altera las condiciones climatológicas en distintas regiones. Todo es uno, todo es parte de lo mismo y no es un acto de fe decirlo o un argumento esotérico, es una realidad científica.
Por tanto, si queremos cambiar las cosas que vemos como proyección de nuestra colectividad, debemos comenzar por nosotros mismos e inmediatamente después comenzar a crear pequeñas Sangats, grupos de personas que quieran hacer las cosas de mejor manera, diferente, basando nuestra conducta en la compasión y en el amor, en el entendimiento de que esas palabras «amaros los unos a los otros» tienen un sentido de suma trascendencia en estos momentos.
«Amarnos los unos a los otros» es la revolución más poderosa que podemos hacer si queremos comenzar a revertir el desastre que hemos generado colectivamente como raza humana. Somos parte de esa gran Sangat que es la raza humana, todos pertenecemos a ella y todos tenemos la capacidad de comenzar a generar distintos espacios de convivencia, comenzado con nosotros mismos y después con quienes nos rodean.
Si de verdad te estás cuestionando la importancia de tu trabajo personal, basta que abras cualquier medio de comunicación para que veas lo que urge que colectivamente comencemos a proyectar una realidad diferente. ¿Y como vamos a hacerlo si nos somos capaces de comenzar con nosotros mismos? ¿Con nuestro entorno? ¿Por qué seguimos pensando que arreglarlo es responsabilidad de otros si finalmente es la proyección de nuestra colectividad?
Esta es una invitación o mejor dicho una llamada urgente a que tomes tu vida en tus manos, que te hagas cargo de tu violencia, de tus conductas destructivas, que limpies la rabia, la sombra y la tristeza en ti mismo primero y que a partir de ahí, comiences a procurar que otras personas a tu alrededor lo hagan también.
Es una invitación a que juntos podamos proyectar otra realidad basada en la conciencia de la tolerancia, el amor, la disciplina personal de autocuidado. Una conciencia colectiva que nos haga sentir orgullosos de ser parte de la raza humana. Comencemos con nosotros, con nuestro entorno, nuestras comunidades, nuestras pequeñas Sangats.
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