El «Bribón» se despide con la conquista de su sexta Copa del Rey. En la imagen, la tripulación posa con el trofeo, que sostiene el armador José Cusí y que se lo dedica a Don Juan Carlos, su histórico patrón. | J. Lladó

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Los jardines de la catedral de Palma, en Ses Voltes, se vistieron de gala para la entrega de trofeos de la 30ª edición de la Copa del Rey Audi Mapfre, que finalizó ayer. En una breve ceremonia presidida por los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, la organización premió a las tres mejores embarcaciones de cada una de las siete clases que han participado en esta Copa del Rey. Acompañados por el príncipe Felipe y escoltados por varias personalidades, como el president del Govern José Ramón Bauzá, el alcalde de Palma Mateu Isern y la presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, los reyes hicieron primero entrega de tres menciones especiales.

Éstas fueron para Televisión Española; para el conjunto de medios de comunicación representados por Pedro Sardina, histórico cronista de la regata; y a Nicola Borso, armador de la primera embarcación que ganó en aguas mallorquinas en el verano de 1982, en la que fue la primera edición de la que hoy es la cita por excelencia de la vela en el mediterráneo.

Apartir de ahí los reyes fueron pasando revista a todas las tripulaciones. Desde la del Nextel Engineering de Ignacio Camino, tercer clasificado en la clase J-80 que fue la primera en subir al escenario, hasta la tripulación del yate alemán con base en el Real Club Náutico de Palma Container, que apareció en Ses Voltes como segundo clasificado de la clase reina, la IRC A. Veinte tripulaciones hasta llegar al gran momento de la noche, el momento en el que el armador del velero de competición más famoso de nuestro país subiría por última vez a recibir el título que acredita a su yate como el campeón de la cita mallorquina.

José Cusí, junto a toda la tripulación que ha llevado al Bribón a su sexta Copa del Rey, se despidieron así de la ciudad que les ha visto navegar durante estos 30 últimos años.