La guardameta Cata Coll durante un entrenamiento de la selección española en Wellington, Nueva Zelanda, durante el Mundial. | Pablo Garcí­a/RFEF

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«Cuando me pongo los guantes, mantengo la calma, confío en mí y en mi gente». Así define su característica tranquilidad en el césped Cata Coll, uno de los nombres propios de la victoria de España contra Países Bajos, que aseguró el billete inédito a unas semifinales mundialistas.

Hace seis meses, Coll estaba en la fase final de recuperación de una grave lesión y ni soñaba con ser convocada para la absoluta que disputaría el Mundial. Con las vueltas que da el fútbol, el pasado viernes fue una de las piezas claves de España tras ganar la titularidad en la revolución del técnico Jorge Vilda en el once.

Desde entonces, ha ofrecido un gran nivel en medio de la tranquilidad, confianza y seguridad que marcan su estilo bajo palos.

«Es verdad que cuando estoy fuera del fútbol a lo mejor soy más extrovertida, más nerviosa, pero cuando me pongo las botas y los guantes mantengo mucho la calma, soy muy tranquila, confío mucho en mí y en mi gente, mis compañeras», relata en una entrevista con EFE en Auckland, donde La Roja se medirá con Suecia en las semifinales.

La mallorquina empezó el torneo desde el banquillo, ya que Vilda decidió apostar por Misa Rodríguez, titular en los tres primeros partidos. Pero la goleada frente a Japón marcó un antes y un después y el técnico decidió revolucionar el once, introduciendo a varias caras nuevas, entre ellas, la guardameta balear.

«Cuando me ha tocado jugar, intenté hacer lo mejor posible, estaba preparada para hacerlo y por suerte ha salido bien», señala.

Para Coll, debutar en un Mundial cobra un doble significado. Si por un lado testimonia su evolución como profesional y dentro de la propia competición, por otro se trata de una superación personal tras trece meses lidiando con una infernal lesión en la rodilla.

La cita mundialista parecía tan lejana que la portera estaba de vacaciones cuando recibió la llamada del seleccionador para comunicarle que estaba en la prelista para el campeonato.

«Al final vengo de una lesión de un año muy larga de rodilla, psicológicamente lo he pasado muy mal. No me lo esperaba para nada la llamada de la selección, estaba de vacaciones», rememora.

La rotura en el ligamento cruzado de la rodilla izquierda ha sido un punto de inflexión para la portera. Pese a que Coll ya sabe qué sabor tiene ser campeona mundial -alzó la copa del Sub-17 en 2018-, asegura que «muchas cosas han cambiado» en el último lustro.

«Ha cambiado la perspectiva. Después de la lesión maduré mucho en el sentido de que he cogido más valor a las cosas, antes jugaba y ya está, ahora sí es verdad que pienso que he madurado mucho», afirma. «Al final mejoras todo, mentalmente, físicamente, a nivel de madurar en los partidos, de saber cuándo tienes que parar, cuándo tienes que seguir jugando. Sobre todo mentalmente he madurado mucho desde la chica de 17 años a la de ahora», completa.

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Una evolución que camina lado a lado con la propia andadura del fútbol femenino en España, que ha ganado protagonismo en los últimos años gracias a las generaciones «que han abierto el paso» a verdaderos talentos que han conquistado las máximas instancias en todas las categorías inferiores.

«En España creo que ha mejorado mucho (el deporte). A nivel de categorías inferiores siempre hemos llegado a las finales, hace poco ganaron. Creo que está subiendo mucho el fútbol femenino en España», señala.

Para lo que resta de Mundial, Coll pronostica que la selección española puede y quiere «hacer algo grande», por lo que se lo dejará todo para conseguir un cupo en la final.

Para eso, deberá imponerse el próximo martes frente a Suecia, un metódico rival que es «muy físico» y que cuenta en sus filas con la delantera y compañera de vestuario en el Barça, Fridolina Rolfo.

«Tendremos que estar muy sólidas en defensa, muy unidas todas en hacer un buen bloque y ojalá pueda obtener la victoria», destaca.

Pese a la dureza del adversario, Coll confía en que si España «juega su juego», con «paciencia, posesión de la pelota y haciendo presión», es posible contrarrestar la fortaleza nórdica y mantener vivo el sueño mundialista.

«Si tenemos un partido correcto, completo, como juega España, nos vamos a adelantar», recalca.

Considera asimismo que el elenco español está cada día más «unido, fuerte y preparado», impulsado siempre por las «ganas e ilusión» de tocar el cielo.

«Se ha visto por ejemplo que el otro día (contra Países Bajos) cuando nos metieron el gol, el equipo supo reaccionar muy bien, nos venimos arriba, atacamos y por eso vino el segundo gol nuestro. Hemos mejorado mucho como equipo, en saber darle la vuelta al partido», sostiene.

Coll es tajante al afirmar que la selección tiene «muy claro el objetivo» en este Mundial y le pide a la afición que se mantenga «firme» pues lo «más bonito» aún está por venir.

«Espero que nos sigáis apoyando ahora que viene el partido más bonito. Vamos a darle duro y ojalá que vuestro apoyo nos haga ganar, seguro que sí que nos vemos en esa final», remata.