Luis Aragonés, hablando con sus futbolistas sobre el césped de Son Bibiloni. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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Los jugadores del Real Mallorca intentan mantenerse al margen de la situación tensa que se ha creado a raíz de las informaciones que colocan a Luis Aragonés en el banquillo del Atlético de Madrid con vistas a la próxima temporada. A nivel público, todos confían en la palabra de su técnico. «Es un gran entrenador y un hombre de palabra», aseguró ayer Miquel Soler. También el grupo mallorquinista asegura que todas estas especulaciones no influirán en el rendimiento deportivo. «Sólo estamos pensando en clasificarnos para la Champions y nos olvidamos de otras cuestiones al margen de lo deportivo», sentenció Armando Àlvarez.

Sin embargo, ayer todos los futbolistas estaban al corriente de las declaraciones de su técnico y de la convulsión que supuso el que se desvelase su posible acuerdo con el Atlético. Públicamente no dudan de él, pero la contundencia de la noticia también se valora en su justa medida y los interrogantes sobre su continuidad aumentan más con el transcurrir de los días.

El grupo balear insiste en que nada ni nadie hará variar el rumbo marcado desde el punto de vista deportivo. La Liga de Campeones es el gran objetivo pero internamente quien más quien menos no hace sino preguntarse qué entrenador ficharán para la próxima temporada. Preguntarse esto es inevitable por muy centrados que estén los jugadores en su trabajo. Los interrogantes no se desvelan y la incertidumbre en el entorno rojillo es un hecho. Ante el Celta se verá si es o no cierto que la atención no se ha desviado.

Miki y Alberto Cifuentes, la Champions está en sus manos
La más que posible baja de Leo Franco posibilitará que Miki Garro juegue de titular frente al Celta. Durante toda esta semana el portero mallorquín, y su compañero del filial, Alberto Cifuentes, están trabajando a destajo conscientes de lo mucho que hay en juego ante el Celta de Vigo. Leo Franco manifestó ayer que «tengo pocas posibilidades de jugar», aunque el viernes se le efectuará una resonancia para determinar si la rotura fibrilar está totalmente soldada. El tiempo corre en su contra y todo indica que Miki será el escogido para situarse bajo los tres palos en Son Moix.