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Buades Electricista y Talleres Salvà han ilustrado durante años la historia del fútbol sala mallorquín. Las dos últimas referencias tangibles del balompié de parquet en Balears abrieron un interrogante que ahora el Winterthur Manacor quiere llenar. Lustros más tarde, el equipo de Mateo Llull tiene una oportunidad única de ocupar una plaza entre la élite.

Un sólo punto separa a los de Manacor de la fase de ascenso. La visita del Incarlopsa FS el próximo sábado (Polideportivo Miquel Àngel Nadal, 18.30 horas) debe convertir al grupo que preside Rafael Sansó en uno de los aspirantes a conquistar la División de Honor, la máxima categoría del fútbol sala. «Ése es el objetivo que ahora perseguimos, porque en principio nuestra idea era acabar entre los diez primeros», asegura el máximo mandatario manacorí.

Después de fundar el club el 14 de julio de 1998, la progresión ha sido ilimitada. De la Primera B, a la División de Plata: «Ahora el ascenso es inviable porque el presupuesto que tenemos es de 40 millones, pero esperamos que las instituciones se comprometan con nuestro proyecto si lo logramos», explica Sansó.

Las intervenciones de Paco, la solidez de Luiz Claudio, la movilidad de Claudio Guerra y los goles de José Tirado han disparado las expectativas del Manacor, al que sólo le basta sumar un punto para acceder al segundo ciclo. «La muerte del Buades y del Talleres Salvà se debe a que no tenían cantera, pero nosotros tenemos 150 chicos en el club. Esperamos hacer algo grande el sábado con la ayuda del público de Manacor», concluye el presidente.