Héctor Cúper durante la rueda de prensa dada ayer en Milán. Foto: EFE.

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CÉSAR TOLDRÀ (EFE-MILÀN) La brillante carrera del Valencia en la pasada edición de la competición sufrió un brusco parón en el momento menos apropiado, ya que el Real Madrid le superó en la final celebrada en París por un contundente 3-0. A pesar de que ya han pasado dos años, en la mente de la plantilla del Bayern todavía está fresca la dolorosa derrota en Barcelona ante el Manchester United en 1999, cuando con el marcador 1-0, los goles de Sheringham y Solsjkaer en el tiempo añadido daban el título al conjunto inglés. Ambos equipos se citan ahora en el estadio Giuseppe Meazza (San Siro) con la idea de cerrar la herida, si bien sólo uno de ellos lo conseguirá, mientras que el otro, por el contrario, verá acentuadas sus desdichas por dos derrotas en tan corto periodo.

Todo apunta a que la final de esta noche será un partido táctico. Ambos equipos han labrado su camino hasta la final desde la seguridad defensiva, pues tanto Valencia como Bayern presentan los mejores números en esta faceta del juego y las concesiones a la imaginación de los jugadores han sido pocas tanto por parte de Héctor Cúper como de Ottmar Hitzfeld. Una coincidencia entre ambos técnicos es la consideración de que el equipo que antes marque un gol dará un paso de gigante para hacerse con la victoria, si bien Hitzfeld, en sus últimas declaraciones, no concede ni una sola opción a su rival para ganar mañana. Cúper dispone de toda su plantilla para confeccionar el equipo que estime más oportuno para tratar de hacerse con el título, aunque el talante que le quiera dar dependerá de la disposición de los jugadores en el centro del campo.

El técnico argentino puede decantarse por un equipo en el que cuente con un jugador de contención, con David Albelda como acompañante de Rubén Baraja en el doble pivote, o con un futbolista más cercano al área contraria, el argentino Pablo César Aimar, que aporta más variantes ofensivas. La línea defensiva es la que ofrece menos posibilidades de cambios, con Angloma, Ayala, Pellegrino y Carboni delante de Cañizares, del mismo modo que Mendieta, Baraja y Kily González tienen asegurada su plaza en el centro del campo y Sánchez y Carew son los que tienen más opciones de actuar en la delantera. El Bayern no podrá presentar su mejor ´once´, debido a la baja de Jens Jeremies, que se ha resentido recientemente de sus problemas en la rodilla, por lo que Hitzfeld podría recurrir al joven de 21 años Owen Hargreaves, quien le ha dado un buen rendimiento cuando el equipo lo ha precisado. Otra opción, aunque mucho más remota, es la presencia del suizo Ciriaco Sforza en el lugar de Jeremies.

A pesar de contar con un único punta nato como es el brasileño Giovane Elber, autor de seis goles en la Liga de Campeones, la presencia de jugadores como Hasán Salihamidzic y, principalmente, de Mehmet Scholl, que suma cinco tantos, es fundamental en las labores ofensivas del conjunto bávaro. En defensa, el Bayern contará con el poderío de su trío de centrales compuesto por Linke, Andersson y Kuffour, mientras que por delante de ellos, en el centro del campo presentará dos pivotes, en el que Effenberg tiene un papel destacado.