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FERNANDO FERNÀNDEZ El futuro del Sitjar se aplaza, de momento, hasta final de año si las cosas no se tuercen. Real Mallorca y copropietarios del viejo campo de la Plaça Barcelona han pactado una tregua en la resolución del contencioso por el que el club bermellón pretende acumular el grueso de los títulos de propiedad de la instalación a cambio de un pase vitalicio para presenciar los encuentros del equipo rojillo en Son Moix o cualquier otro terreno de juego.

De momento, y aún con divisiones latentes en el seno de los propietarios del Sitjar, éstos pueden disponer de pases para disfrutar de los primeros encuentros del grupo de Krauss. Desde la próxima semana, estarán a su disposición en las oficinas de Son Moix unos carnets de tribuna cubierta al precio de 12.500 pesetas "la mitad de lo habitual" que, caso de no llegar a un acuerdo, pueden quedar invalidados el próximo 31 de diciembre.

Es un primer paso, aunque el presidente de la Asociación de Copropietarios del Lluís Sitjar, Miquel Contestí, dejó constancia de que «lo antes posible se convocará una nueva asamblea para llegar de una vez por todas al final de este asunto. Mateu Alemany siempre nos ha dado facilidades, y de hecho, hemos logrado una prórroga, que a estas alturas era lo mejor, un tiempo que aprovecharemos para discutir nuevamente sobre el tema, y en el que cada uno pueda expresar libremente sus opiniones», significó a esta redacción Contestí.

El aspecto sentimental y la multitud de intereses que se mueven sobre un estadio cuyos terrenos poseen un valor extraordinario, son los factores que juegan en contra del Real Mallorca. «Ahora será cuando veamos los sentimientos. Yo, como todos los mallorquinistas y popietarios, tengo cariño al Lluís Sitjar, pero la vida y el fútbol han cambiado mucho. Todo esto es una consecuencia que arrastramos desde la puesta en marcha de las SAD, a lo que se añade el gran valor que en todos los sentidos tiene el campo», declaró el ex presidente mallorquinista, deseoso de que se llegue a buen puerto.