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FERNANDO FERNÀNDEZ Con una tímida sonrisa y mucho cansancio en el cuerpo, Marga Fullana regresaba de un Mundial de mountain bike atípico y en el que una caída en el lugar y el instante menos convenientes dejaron fuera de la pugna por las medallas a la ciclista de Sant Llorenç. Con sus opciones intactas y a la estela de la germana Sabine Spitz, Fullana debió poner punto y final a su participación en la cita de Kaprun. La lluvia y el fango fueron dos enemigos para las corredoras. No en vano, claras favoritas al arco iris como Alison Dunlap, Annabella Stropparo, Bárbara Blatter o la propia Fullana tuvieron de desistir del intento por luchar contra unas adversidades de las que salieron airosas otras ciclistas más acostumbradas a estas lides.

Gunn-Rita Dahle, vigente campeona de Europa, se colgaba el oro y la polaca Anna Szafraniec la plata contra todo pronóstico. Sabine Spitz y Alison Sydor aguantaron todo lo que pudieron, y entre medias, el tercer título no pudo llegar a Sant Llorenç. La decepción lo es a medias, pues las dos victorias en la Copa del Mundo quedan para el historial y la medallista olímpica apunta hacia la última manga, el próximo domingo en la localidad francesa de Les Gets, como canal a través del cual demostrar que lo de Austria fue un simple accidente.

Pese a todo, ver como el objetivo para el que se ha trabajado toda la temporada se evapora «te deja mal cuerpo, en especial por la gente que estuvo conmigo. Fue un día lluvioso y con mucho barro, circunstancias que no van con mi manera de correr. Los españoles somos de secano. Todo salió mal, pero ahora sólo hay que mirar al frente y pensar que queda mucho por hacer», destacó la corredora de Orbea.

El estado del circuito impedía que Marga pudiera mantener las rentas adquiridas cuando el terreno se empinaba. «Subiendo les sacaba tiempo, pero bajando me pasaban como cohetes. En las dos primeras vueltas pude aguantar, les saqué tiempo, pero tras caer un par de veces decidí que no era mi día y me retiré. El mundo no se acaba y el año que viene volveremos a por todas», comentó una Fullana que fue recibida en Son Sant Joan únicamente por el presidente de la FCIB, Andreu Canals.