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64 TURQUÍA: Tunceri (12), Kutluay (0), Turkoglu (7), Besok (2), Okur (17) "cinco inicial", Turkcan (10), Erdenay (9), Pars (4), Yildirim (0), Onan (3), Koseuglu (0) y Peker (0).
87 ESPAÑA: Rodríguez (12), Navarro (4), Jiménez (9), Gasol (19), Garbajosa (9) "cinco inicial", Paraíso (6), Felipe Reyes (6), Marco (8), Angulo (12), Junyent (0) Calderón (2).
Àrbitros:Jones (USA) y Mayberry (AUS). Señalaron técnica a Turkoglu (m.19), al banquillo turco (m.20) y a Kutluay (m.34), por protestar. Sin eliminados.

EFE.INDIANÀPOLIS
La tensión volvió a presidir el pulso entre españoles y turcos. Después de lo que pasó en el Europeo, donde la selección nacional cayó derrotada en un polémico partido, llovía sobre mojado. Sin embargo, los chicos de Javier Imbroda, esta vez, permanecieron al margen del jaleo. La guerra, por fortuna para el cuadro hispano, no iba con él, sino con los indoeuropeos. Como siempre, el motivo de la trifulca nacía de la actuación de los árbitros.

La chispa saltó al borde del descanso. Hidayet Turkoglu acababa de protestar porque no le habían señalado falta en una entrada a canasta y se ganó la técnica. España, mientras tanto, hacía su trabajo ajena a la película de los turcos. A base de triples y de un mayor equilibrio colectivo, la selección nacional dominaba sin problemas tras algunas pequeñas complicaciones contra una zona pensada para frenar a Pau Gasol que era una invitación para los tiradores (32-42).

Además, Gasol ni siquiera pisaba la pista. No tenía sentido y la sinrazón turca explotó tras un balón dividido. Ibrahim Kutluay y Felipe Reyes lucharon por la pelota y el alero del Panathinaikos recibió un golpe fortuito que le obligó a retirarse. En la confusión del cambio los turcos montaron en cólera y prendieron la mecha. El secretario general de su Federación, Emir Turam, y su presidente, Turgay Demirel, abandonaron su puesto en la grada para sumarse a la tangana.

El árbitro australiano salió del paso con otra técnica, ésta sobre el banco de Turquía. Mayberry y su compañero tuvieron que salir escoltados por la policía, que retiró la acreditación al presidente Demirel. Sobre la cancha, todo resuelto. España dominó el tiempo restante con la misma autoridad que hasta ahora ha demostrado en Indianápolis (56-79 m.36), donde continúa invicta, y dejó atrás un nuevo capítulo en la búsqueda de medalla al asegurarse un puesto en cuartos de final que aún dio para que Kutluay recibiese otra técnica.