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Toda vez que el Drac Inca ha recuperado el pulso merced a una angustiosa victoria (87-79) ante el Ourense, los de es Raiguer quieren dar un vuelco a sus números con una segunda victoria consecutiva que permita hacer del Palau el fortín sobre el que se sustentó la permanencia durante el pasado curso. El Cáceres, un rival ligado para la eternidad a la historia del deporte de la canasta mallorquín después de condenar al Patronat a quedarse fuera de la ACB, y consiguientemente a su desaparición, regresa a la Isla once años después y se encontrará a un rival y un panorama muy diferentes.

Mariano Nicolás ha estado toda la semana de baja por una lumbalgia, mientras que el resto de la plantilla trabaja a buen ritmo y envuelta por un gran ambiente después de cosechar la segunda victoria frente a un rival sin ángel ni calidad sobre la cancha. La necesidad de ganar al Cáceres lleva consigo hacer buena la consigna con la que partió el plantel a la hora de su confección. La directiva del club de es Raiguer se marcó las eliminatorias por el ascenso como reto y éstas pasan por dar buena cuenta del Cáceres.

Con Stevie Johnson entre algodones y en la recta final de su recuperación, el Drac Inca se conjura para que los extremeños no salgan airosos de una cancha infranqueable. El estadounidense no rindió tal y como se esperaba el pasado viernes merced a la contractura que padece en el femoral de la parte posterior del muslo, pero estará a disposición del técnico. No gozará de muchos minutos, pero su progresión es evidente, no en vano se ejercita con el resto del grupo y muestra muy buenas maneras, pero pese a ello es preferible no forzar ante la delicadeza que siempre lleva consigo una lesión muscular.