El técnico galo había comentado en la víspera que el torneo
copero era una piedra en su camino e infravoloró a un Alavés que,
si bien ofreció su peor cara en la primera mitad, accedió a la
siguiente eliminatoria por mayor ambición y deseo de ganar.
Pepe Mel, técnico local, introdujo en su alineación tres
centrales cuando en realidad no había necesidad de ello, teniendo
en cuenta que su homónimo Raynald Denouiex tan sólo alineó en punta
al coreano Lee Chun Soo, e incrustó al organizador Pablo Gómez en
una posición insólita para él como la banda derecha.
Por ello, el juego del Alavés adquirió excesiva horizontalidad y
concentró a muchos jugadores en el centro del campo, donde Turiel,
Astudillo y el propio Pablo Gómez se molestaban continuamente. El
cuadro de Raynald Denoueix, bien plantado sobre el terreno de juego
y motivado con la numerosa presencia de jugadores del filial, hizo
diana en su primera aproximación a la portería de Juan Pablo.
Un centro de Zubiarre fue rematado de cabeza por Mikel Alonso al
filo del cuarto de hora en el segundo palo, lo que obligó a Pepe
Mel a trastocar sus planes y buscar soluciones de urgencia.
Un delantero, Kiko, sustituyó (m. 30) a un central, Ochoa, con
el fin de buscar una mayor mordiente en ataque dentro de las filas
locales. No obstante, la Real Sociedad mantuvo la compostura
defensiva en la primera mitad y juntó mucho sus líneas para evitar
cualquier susto en las cercanías de su portería.
La segunda mitad discurrió por distintos derroteros, esto es un
Alavés mucho más incisivo en ataque con la entrada de Quique de
Lucas y que embotelló en su área a un rival que perdió el norte,
renunció al ataque de forma descarada y pagó caro su osadía de
pertrecharse atrás sobre la portería de Alberto.
Porque, tras la reanudación, el duelo se convirtió en un
monólogo albiazul.
El Celta, por su parte, tuvo que esperar hasta la prolongación
para ganarse un resultado cómodo que pudo no haber sido tal después
de que el Espanyol dominara y pusiera en peligro la meta céltica
durante buena parte del segundo tiempo (3-1). Ambos equipos
comenzaron bastante fríos el partido, sin un claro controlador del
juego, aunque la primera oportunidad llegó para el Espanyol en un
balón cruzado al área pequeña sin encontrar rematador. Los vigueses
se fueron haciendo con el control poco a poco, amparados en un
rival que parecía bastante desmotivado, con la cabeza en otro
sitio.
Atlético Madrid y Villarreal cumplieron con su objetivo de
clasificarse para los octavos de final gracias a sus victorias
mínimas sobre la Cultural Leonesa (0-1) y Algeciras (0-1),
respectivamente. Los equipos de Primera tuvieron que emplearse a
fondo.
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