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Efe|VITORIA/VIGO
El Deportivo Alavés castigó en los últimos diez minutos la osadía de Raynald Denoueix de dejar en San Sebastián a la mayoría de sus titulares y, gracias a dos goles casi consecutivos de Rubén Navarro y Kiko, eliminó de la Copa del Rey a una mediocre Real Sociedad que agudizó más su crisis en la capital alavesa (2-1).

El técnico galo había comentado en la víspera que el torneo copero era una piedra en su camino e infravoloró a un Alavés que, si bien ofreció su peor cara en la primera mitad, accedió a la siguiente eliminatoria por mayor ambición y deseo de ganar.

Pepe Mel, técnico local, introdujo en su alineación tres centrales cuando en realidad no había necesidad de ello, teniendo en cuenta que su homónimo Raynald Denouiex tan sólo alineó en punta al coreano Lee Chun Soo, e incrustó al organizador Pablo Gómez en una posición insólita para él como la banda derecha.

Por ello, el juego del Alavés adquirió excesiva horizontalidad y concentró a muchos jugadores en el centro del campo, donde Turiel, Astudillo y el propio Pablo Gómez se molestaban continuamente. El cuadro de Raynald Denoueix, bien plantado sobre el terreno de juego y motivado con la numerosa presencia de jugadores del filial, hizo diana en su primera aproximación a la portería de Juan Pablo.

Un centro de Zubiarre fue rematado de cabeza por Mikel Alonso al filo del cuarto de hora en el segundo palo, lo que obligó a Pepe Mel a trastocar sus planes y buscar soluciones de urgencia.

Un delantero, Kiko, sustituyó (m. 30) a un central, Ochoa, con el fin de buscar una mayor mordiente en ataque dentro de las filas locales. No obstante, la Real Sociedad mantuvo la compostura defensiva en la primera mitad y juntó mucho sus líneas para evitar cualquier susto en las cercanías de su portería.

La segunda mitad discurrió por distintos derroteros, esto es un Alavés mucho más incisivo en ataque con la entrada de Quique de Lucas y que embotelló en su área a un rival que perdió el norte, renunció al ataque de forma descarada y pagó caro su osadía de pertrecharse atrás sobre la portería de Alberto.

Porque, tras la reanudación, el duelo se convirtió en un monólogo albiazul.

El Celta, por su parte, tuvo que esperar hasta la prolongación para ganarse un resultado cómodo que pudo no haber sido tal después de que el Espanyol dominara y pusiera en peligro la meta céltica durante buena parte del segundo tiempo (3-1). Ambos equipos comenzaron bastante fríos el partido, sin un claro controlador del juego, aunque la primera oportunidad llegó para el Espanyol en un balón cruzado al área pequeña sin encontrar rematador. Los vigueses se fueron haciendo con el control poco a poco, amparados en un rival que parecía bastante desmotivado, con la cabeza en otro sitio.

Atlético Madrid y Villarreal cumplieron con su objetivo de clasificarse para los octavos de final gracias a sus victorias mínimas sobre la Cultural Leonesa (0-1) y Algeciras (0-1), respectivamente. Los equipos de Primera tuvieron que emplearse a fondo.