La junta de accionistas, reunida al completo, ayer por la tarde en las oficinas de Son Moix.Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

TW
0

El Real Mallorca ha logrado cuadrar sus cuentas. La junta general de accionistas, que se reunió en la tarde de ayer en las oficinas del estadio de Son Moix en su obligada cita anual, aprobó un presupuesto de 35 millones de euros para el ejercicio 2003-04 y el club cerró el capítulo ecónomico con «déficit cero», según anunció el presidente, Mateo Alemany al término de una reunión que se prolongó por espacio de algo más de una hora y media y a la que asistieron todos los accionistas.

La salida de futbolistas a un alto precio se ha convertido en la vía más recurrente a la hora de captar ingresos durante las últimas campañas, aunque el Mallorca también ha centrado sus esfuerzos en otros aspectos que le han permitido instalarse en una posición más desahogada desde el punto de vista monetario. En este apartado conviene recordar que el club se ha liberado desde el pasado mesde agosto de algunas fichas que resultaban prohibitivas para la economía de la sociedad como es el caso de Biagini, Turu Flores o la de Carlos, que acordaron poner fin a su relación con el Mallorca pese a tener contrato en vigor. Los derechos de televisión también ha sido fundamentales a la hora de valorar el ejercicio porque ha dado aún más aire a las cuentas del club. El pasado mes de septiembre se selló un acuerdo entre el G-30 y la empresa Sogeclable por el cual el Mallorca percibirá una cantidad cercana a los diez millones de euros, una cifra que puede incrementarse en función de diversos factores como su clasificación final o el ratting que se registre en las emisiones de sus encuentros. Otro punto de apoyo para la entidad son los pagarés del Deportivo que está cobrando el club a raíz del traspaso de Albert Luque y que han engordado las arcas isleñas de manera importante. En el presupuesto de gastos no se tendrán en cuenta las incorporaciones del mercado de invierno y el presidente aseguró que en la reunión no se trataron temas deportivos.

La entidad mallorquinista cumple así con uno de los requisitos básicos para su perfecto funcionamiento, puede despedir el año sin mayor preocupación que la estrictamente deportiva y ha sabido nivelar sus cuentas por primera vez desde que el club pasara a convertirse en una sociedad anónima deportiva, en el año 1992. Esto, tal y como confirmó Alemany, responde al hecho de «que se hayan imputado los ingresos por traspasos a esta temporada», un movimiento decisivo que concederá un alivio temporal para las arcas del club. Las importantes y millonarias ventas de futbolistas que se han producido a lo largo de los últimos meses -Àlvaro Novo, Ariel Ibagaza o Albert Riera- y el recorte que se aplicó en las fichas de los jugadores, conceden un margen de maniobra a los contables mallorquinistas que siguen buscando fórmulas de financiación alternativas desde la muerte del anterior propietario Antonio Asensio.