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José A. Pascual|MADRID
Real Madrid, respaldado en la pegada del brasileño Ronaldo, y el Mallorca, guiado por la eficacia del camerunés Samuel Etoo, fueron los campeones de las competiciones españolas en 2003, año en el que la selección nacional pasó por los apuros de la repesca para acceder a la Eurocopa 2004.

La Liga 2002/2003 fue el torneo del astro brasileño. El 'fenómeno' se erigió en el hombre determinante para que el conjunto de Vicente del Bosque alcanzara en la última jornada, con la victoria sobre el Athletic (3-1), su vigésimo noveno título.

Ronaldo tenía en su mente ganar el primer campeonato liguero de su carrera, y, con cuatro goles en los dos últimos partidos, lo consiguió, aunque fue in extremis, porque la Real Sociedad del francés Raynald Denoueix se lo puso complicado en una campaña modélica para el cuadro donostiarra.

La fiesta fue igual de plena en Anoeta, donde se reconoció la gran Liga cuajada por los de Denoueix, y lo mismo ocurrió en Palma tras lograr el primer título de Copa del Rey en la historia del Mallorca.

Gregorio Manzano, quien después ficharía por el Atlético de Madrid, condujo al cuadro balear a su primera Copa al tercer intento, al imponerse en la final, disputada en Elche, al Recreativo de Huelva, que era debutante en estas lides.

Etoo, que estaba disputando en Francia la Copa de las Confederaciones con su selección, volvió a la carrera afectado por el fallecimiento de su compañero Marc-Vivien Foe en la semifinal contra Colombia en Lyon. 'León indomable' con mayúsculas, fue el que definió la contienda, resuelta a favor del conjunto balear por 3-0, gracias a dos goles suyos y otro de penalti del uruguayo Walter Pandiani forzado por el africano.

Fue un cierre brillante a la campaña 2002/2003 que, como es lógico, tuvo su colofón en la posterior Supercopa agosteña, en la que el Real Madrid se impuso por séptima vez tras perder en Son Moix por 2-1 y ganar en el Bernabéu por 3-0, de nuevo con goles de Raúl y Ronaldo, así como del último 'galáctico', el inglés David Beckham.

Su contratación fue la gran bomba de Florentino Pérez en 2003. Era una nueva estrella que se unía a los fichajes de Luis Figo, Zinedine Zidane y Ronaldo y no ha tardado en demostrar su calidad.