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Consciente de que sobrevivir en el top ten resulta cada año más complicado, Carlos Moyà valora positivamente los éxitos cosechados en 2003. Ha jugado por cuarta vez la Copa de los Maestros y se ha proclamado ganador de tres títulos, pero continúa siendo inconformista, todavía le falta un trofeo que levantar. El tenista mallorquín se ha destapado esta temporada como la mejor arma española y le ha pedido al 2004 disponer de una nueva oportunidad en la Copa Davis. Mucho más maduro, ha confeccionado un calendario en el que adquieren protagonismo las grandes citas (Open de Australia, Roland Garros y Open USA, principalmente) y para la temporada de tierra batida.

-Ha vuelto a finalizar el año en el top ten y ha disputado la final de la Copa Davis. ¿Qué balance hace de la temporada 2003?
-Ha sido un año bastante positivo. El principal objetivo al principio de la temporada era jugar el Másters y lo he jugado por cuarta vez. He ganado tres torneos (Buenos Aires, Conde de Godó y Umag) y hemos disputado la final de la Copa Davis. Es cierto que cuanto más lejos llegas más duelen las derrotas, pero creo que perdimos muy dignamente, contra el mejor equipo y en la superficie que peor le va a los jugadores españoles.

-Ha sido el número uno del mundo y ha ganado un Grand Slam, ¿cuál va a ser el objetivo en 2004?
-Espero poder igualar el curso 2003. Quiero volver a estar entre los ocho mejores jugadores y poder entrar en el Másters. Sé que cada vez es más difícil. El tenis cada vez está más equilibrado y hay un grupo de tenistas muy jóvenes que están pidiendo paso, pero espero poder volver a estar allí arriba. Y a ver si podemos traernos por fin la Copa Davis.

-En 2003 jugaron en casa todas las eliminatorias hasta la final, pero en 2004 debutan en la República Checa.
-Tenemos que demostrar que somos un equipo en ascensión. Sabemos que tienen un buen equipo y que nos pondrán las peores condiciones posibles, pero pienso que superar esta primera eliminatoria nos puede dar la Copa Davis. Si ganamos después tendríamos un par de enfrentamientos en casa y creo que sobre tierra batida y en España somos los favoritos. Por eso creo que esta primera eliminatoria cobra mucha importancia.

-¿Ganar a Mark Philippoussis sobre hierba y en Australia le va a convencer para volver a jugar en Wimbledon?
-Es cierto que jugué un buen partido frente a Philippoussis y me sentía preparado para jugar el quinto punto contra Hewitt, pero en esa final de Copa Davis tuve dos semanas para preparar el cambio a la hierba. Pude entrenar lo que quería, cuando quería y como quería. Sin embargo, Wimbledon llega en muy malas fechas para mí. Llegaría con muchos torneos sobre las piernas porque defiendo muchos puntos en la temporada de tierra batida y apenas tendría tiempo para prepararlo porque espero hacer un buen torneo en Roland Garros.

-Ha tenido una temporada muy larga, pero el Open de Australia va a llegar muy pronto.
-Tuve unos días de vacaciones después de la final de Copa Davis, pero hace dos semanas que he empezado a volver a entrenar. Creo que el Open de Australia llega muy pronto para ser un Grand Slam, pero así como esta el calendario hay que preparlo bien. Es un torneo en el que me siento cómodo y voy a ir a Australia sin renunciar a nada.

-Se le nota mucho más maduro, pero ¿ha pensado cuándo llegará la retirada?
-Soy consciente de que el tenis es un deporte individual y que para estar entre los mejores no se puede bajar el rendimiento porque caes en el ránking. La experiencia me ha enseñado que tienes que escuchar al cuerpo y parar cuando te lo pide, pero ahora estoy entre los diez primeros del mundo y no me planteo nada; mi intención es seguir muchos años.

-Está entrenando con Rafael Nadal. ¿Cómo le ve para el año que viene?
-En 2003 ha demostrado que es un tenista con mucha calidad y que ya tiene el nivel de los mejores del mundo. Creo que está trabajando muy bien y que está rodeado de un buen equipo. Estoy convencido de que el año que viene seguirá dando muchas sorpresas.