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ROS CASARES 78
UB BARCELONA 66

ROS CASARES (17+26+16+19): Marta Fernández (14), Trisha Fallon (4), Elisa Aguilar (13), Michelle Van Gorp (7), Amaya Valdemoro (24) -cinco inicial-, Lucienne Berthieu (6), Kedra Holland-Corn (10) e Ingrid Pons (0).

16 de 38 en tiros de 2 puntos. 10 de 22 en tiros de 3 puntos. 16 de 20 en tiros libres. 29 rebotes (24 en defensa y 5 en ataque). 23 faltas personales.

UB BARCELONA (16+9+17+24): Tracy Reid (12), Laia Palau (14), Andrea Congreaves (3), Isabel Sánchez (7), Adrian Williams (16) -cinco inicial-, Mar Rovira (0), Sandra Gallego (10) y Michelle Hendry (4).

24 de 48 en tiros de 2 puntos. 3 de 8 en tiros de 3 puntos. 9 de 21 en tiros libres. 22 rebotes (19 en defensa y 3 en ataque). 21 faltas personales.

Àrbitros: Palenzuela y Santana. Excluyeron por cinco faltas personales a Lucienne Berthieu (minuto 38).

Fernando Fernández

El Ros Casares cumplió con su parte del guión y acaricia una Copa de la Reina que si no hay novedades viajará hoy hacia Valencia. La final anticipada entre los equipos de Domingo Díaz y Carme Lluveras se decantó del lado de la clase y el mayor oficio de las levantinas (78-66), que rompieron el encuentro en un segundo cuarto eléctrico y marcaron aún más las diferencias respecto al UB Barcelona, el único equipo que parece poder hacerle sombra en la competición regular.

La intensidad del choque y lo mucho que había en juego se dejó ver desde el salto inicial. Ambos técnicos plantearon férreas defensas sobre las jugadoras más resolutivas y eso minó el espectáculo, que fue definiendo un encuentro físico, táctico y que parecía más equilibrado de lo que al final reflejó el electrónico.

Marta Fernández y Amaya Valdemoro no podían maniobrar con comodidad y a Elisa Aguilar le costaba administrar el juego. El Barça ganaba la partida en los primeros minutos con Reid, Williams y Congreaves como grandes referentes en ataque. El Ros Casares se vevía sorprendido ante el planteamiento de su más temido rival en esta semifinal de lujo. Pero en el ecuador del primer cuarto el choque dio un giro radical tras dos triples de Elisa Aguilar. Un parcial de 6-0 para el Ros Casares abría la máxima renta fijada hasta el momento (17-14). En los segundos diez minutos, las valencinas pisaron el acelerador merced al cambio de defensa planteado por Lluveras. La zona catalana facilitó el trabajo a Valdemoro y Van Gorp, y un triple de Marta Fernández acabó por dinamitar el partido (29-18) y rubricar un demoledor parcial de 12-2, que con el paso de los minutos acabó sepultando las cada vez menores esperanzas de un Barcelona que jugó al línite y acabó cediendo ante la mayor consistencia física y la profundidad de banquillo de su adversario. Los 6 triples que anotó el Ros Casares en el segundo cuarto pulverizaron la estadística y abrieron una brecha prácticamente insalvable para las actuales campeonas de Liga (43-25).

Tras el descanso y con el marcador claramente inclinado, el Ros Casares se limitó a administrar su renta y sacar provecho de sus acciones, mientras que el Barça intentaba sin suerte recortar las abismales diferencias que reflejaba el marcador a favor de las valencianas, que se permitieron el lujo de ampliar aún más su crédito (53-32) y se recrearon en los albores del último cuarto. Los diez minutos que cerraron el encuentro, sirvieron para que la herida del Barcelona no fuera tan sangrante y el Ros Casares, dando minutos a algunas de sus jugadores no tan habituales, demostró que tenía la cabeza más puesta en la final que en este desequilibrado clásico de la Liga Femenina.