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DRAC INCA 88
MELILLA BALONCESTO 85

DRAC INCA (22+17+25+24): Matías Ibarra (8), Alberto Alzamora (4), Javier Bulfoni (28), Stevie Johnson (2) y Nechi Ezugwu (14) -cinco inicial-. Jesse Young (6), Sergio Rodríguez (17) y Antonio Bustamante (9).

20 de 43 en tiros de 2; 8 de 24 en tiros de 3 y 24 de 31 tn tiros libres. 43 rebotes (27 defenivos). 28 faltas personales cometidas.

MELILLA BALONCESTO (24+13+20+28):Terdenge (7), Brown (14), López (6), Flanders (3) y García (14) -cinco inicial-. Martínez (11), Van Paasen (12), Navarro (12) y Krieger (6).

22 de 34 en tiros de 2; 8 de 24 en tiros de 3 y 17 de 29 en tiros libres. 30 rebotes (22 defensivos) y 23 faltas personales cometidas.

Àrbitros: J.L.Estévez y San Cecilio. Eliminaron al local Jesse Young y a los visitantes Terdenge, Martínez y Van Paasen.

Fernando Fernández

Drac Inca se da una tregua y merced a la raza de Bulfoni y Ezugwu obtuvo ante el Melilla una victoria que deja un sabor agridulce si tiene en cuenta que ebasketaverage directo cae del lado de los nortefricanos. El 88-85 final es la clara muestra de que a este equipo le cuesta arrancar y que tiene en Stevie Johnson más que un americano, un obstáculo para sacar adelante papeletas tan complicadas como la de ayer. El alero no estuvo a la altura y con tan solo dos puntos y tres rebotes evidenció que no tiene cabida en los planes de un grupo que no puede permitirse muchas más licencias si no quiere precipitarse al pozo de una clasificación del que escapa temporalmente.

El cuadro de Izquierdo impuso sus galones en la tabla en los primeros minutos. Inca sa hallaba desubicado en defensa y ofreció demasidas facilidades a un enemigo que no las desaprovechó. Pese a la tempranera tercera falta de Tendenge (minuto 3) un triple de Luis Martínez encendía la luz de alarma en el Palau (5-12). Apareció por entonces el de siempre. Dos canastas desde más allá de la línea de 6.25 de Javier Bulfoni metieron de nuevo en el partido a un Drac Inca que veía con impotencia como Jesse Young cometía una segunda falta personal que torcía los planes.

Desde ese momento el encuentro entró en una espiral de tiras y aflojas con consatates alternativas en el marcador, aunque hasta el final del primer cuarto quien marcó el ritmo fue el Melilla. El guión sufrió cambios importantes en los primeros compases del segundo cuarto y más cuando Antonio Bustamante se hizo con el mando del balón. De la mano del base andaluz Drac Inca obtenía su primera ventaja (26-24) y ponía la directa. La tercera falta de Young (minuto 13) fue el único pero en una fase en la que los de Es Raiguer firmaron un parcial de 8-0 que les pemitió vivir con cierta holgura en lo más alto del electrónico. Nueve puntos de Bustamante y la ayuda de Sergio Rodríguez, alimentaron las esperanzas (37-31), pero dos triples consecutivos de Krieger daban un poco más de emoción al filo del descanso (39-37).

Tras la terapia de vestuario, Drac Inca apretó en defensa bloqueó por completo al Melilla y se hizo con el control del rebote ofensivo. Nuevamente con Bulfoni al frente y en los mejores momentos del cuadro balear, parecía que superar ebasketaverage directo y conseguir una victria por la vía rápida estaba hecho (61-51). Pero como viene siendo habitual, Drac Inca no sabe administrar este tipo de rentas y en poco más de un minuto el Melilla se volvió a meter en el partido y hacía intuir que el desenlace sería frenético.

Los últimos diez minutos arrancaron con un leve susto para los gualdinegros. Sorprendidos por un parcial inicial de 0-7, el grupo de Izquierdo establecía el máximo equilibrio en el luminoso del Palau (64-64) a poco más de 8 minutos para el final. Con la cuarta falta de Young y un Brown en plan estrella, el Melilla metía el miedo en el cuerpo a los inquenses. Pero el canadiense lejos de asustarse se creció bajo los tableros y escoltado por Sergio Rodrígez devolvió una cómoda renta al marcador (77-67). Con la eliminación de Flanders y un triple eléctrico de Rodríguez (80-68) el Drac Inca tocaba techo y parecía que se allanaba el camino hacia la victoria. Pero Van Paasen quiso amargar la fiesta y hacer pensar a los suyos que era posible dejar un poco más atras a un rival directo que les había puesto ante la espada y la pared. Sus excelentes prestaciones dentro y fuera de la pintura anticiparon un final en el que la muñeca de Bulfoni y los fallos desde la línea de tiros libres de Navarro y Terdenge acabaron por hacer bueno un esfuerzo colosal.