Habitan Mallorca y Albacete en los sótanos de la Liga, y por eso
tienen miedo. Unos, los isleños, porque se han vuelto a enquistar
tras la exhibición de pegada de Delibasic en Zaragoza; los otros,
porque la derrota ante el Dépor les ha vuelto a meter en el fango.
Unidos por las urgencias, los dos han marcado esta cita en rojo
como si de ella dependiera el futuro. El Mallorca porque sabe que
un triunfo le allanaría definitivamente el camino y le abriría la
persiana de Europa. El Albacete porque tienen la sensación de que
los rojillos no están tan lejos (Son Moix, 17.00 horas, PPV).
Azotado por las bajas, sobre todo en defensa, el Mallorca va a
tratar de corregir el vértigo que le produce Son Moix. «Tenemos
problemas cuando tenemos que llevar el peso del partido», dijo el
viernes Luis Aragonés para explicar los malos registros en casa. Lo
cierto es que los bermellones han sido zarandeados en los últimos
encuentros que han disputado como locales y parece que no se
encuentra cómodo el Mallorca ante su hinchada. La explicación tiene
pinta de encontrarse en la zona de creación y por eso Luis va a
darle un nuevo revolcón al círculo central. Pereyra va a ser el
cerebro con Colsa como socio, mientras Campano recuperará su lugar
en el flanco derecho. Nagore ha pasado de titular al ostracismo y
ni siquiera ha entrado en la convocatoria.
Pero donde más problemas tiene Aragonés vuelve a ser en defensa.
Se ha quedado sin sus dos centrales titulares -Lussenhoff está
lesionado y Niño lesionado- y ha tenido que recurrir a Iván Ramis
para tratar de cerrar la hemorragia de las últimas semanas. Nadal
formará pareja con el joven de sa Pobla, mientras David Cortés
sustituirá a Edu Moya en el carril derecho. Sin embargo, no todo
son malas noticias. Ha vuelto Etoo y eso es una garantía de
solvencia para el Mallorca, que ha vivido algo huérfano en ataque
durante su ausencia.
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