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«No quiere hipotecar a nadie ni hipotecarme yo. Primero debemos salir de ahí abajo y después hablaremos». Luis Aragonés aparca su futuro. El entrenador del Real Mallorca no quiere hablar de una hipotética renovación hasta que «los deberes no están hechos» para lo cual necesitamos «llegar a los 42 puntos lo antes posible, pero apostando por la filosofía del partido a partido. Ahora hay que enfocar todos los sentidos hacia la cita del próximo domingo en Valencia y no pensar más allá».

De la renovación, Luis prefiere esperar a atar la permanencia para comenzar a hablar: «En su momento hablamos de la posibilidad de renovar, pero estimamos que era mejor no comprometerse hasta que no abandonemos el peligro. Vamos a salir de ahí abajo, estoy convencido de ello, pero todavía no estamos en la mejor situación para hablar del futuro. Necesitamos hablar los deberes y después ya hablaremos de algunos aspectos».

Después de comprobar con sus propios ojos que sus seres queridos, afortunadamente, no sufrieron daño alguno tras los atentados del 11-M en Madrid, Luis Aragonés empezará hoy a preparar en su libreta de entrenamiento el enfrentamiento del próximo domingo en Mestalla, un estadio tradicionalmente esquivo para los intereses mallorquinistas. «Son campos difíciles, pero la pasada temporada ganamos allí con el Atlético. Siempre es complicado jugar allí porque, además, ellos no pueden permitirse más tropiezos si quieren seguir aspirando al título. Tienen opciones, por supuesto, porque todavía queda mucha Liga. Incluso el Barcelona puede ganar la Liga», señaló eSabio de Hortaleza.