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Fernando Castán|ATENAS
El holandés Pieter van den Hoogenband, el australiano Ian Thorpe y el estadounidense Michael Phelps dirimieron ayer la penúltima batalla y se prepararon para el gran día, el de hoy, cuando disputarán la final de los 200 metros libre, la prueba de la que saldrá una de las estrellas de los Juegos Olímpicos de Atenas. Phelps llegará ya sin opciones de lograr ocho medallas de oro y superar el récord de Mark Spitz de Múnich'72, porque el relevo surafricano se impuso en el 4x100 libre y los estadounidenses sólo pudieron subir el tercer peldaño del podio.

Ayer, las tres estrellas de la natación tuvieron motivos para alegrarse, si bien Phelps luego sufriría el revés del relevo, algo previsible vista la semifinal del equipo africano por la mañana. El holandés hizo el mejor tiempo de los finalistas de 200 libre, con 1:46.00; el australiano superó al americano, que pretende arrebatarle el trono de la natación olímpica; y éste recortó el tiempo que en esta prueba le separaba antes de los juegos olímpicos del oceánico.

Thorpe se impuso en la misma semifinal que nadó junto a Phelps en el primer duelo directo de los dos desde los Mundiales del pasado año de Barcelona, cuando el norteamericano salió victorioso en la prueba de 400 estilos, una especialidad ajena al primero. Thorpe marcó 1:46.65 por 1:47.08 del americano, mejor tiempo que el segundo de la primera serie, su compatriota Klete Keller, con 1:47.28. Phelps tenía un tiempo de 1:47.37 antes de los Juegos de Atenas a dos segundo y medio del australiano este año, que ha sido reducido hasta acercarse a ocho centésimas de 1:46.00. El australiano Grant Hackett fue tercero y será otras de las estrellas que disputarán hoy la final de los 200 libre.