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«Los jugadores que no acudieron a la Diada tendrían sus motivos. No hay que darle más importancia». La plantilla, por medio de su capitán Alejandro Campano, se defendió ayer ante las críticas surgidas por la escasa representación del Mallorca en la segunda congregación de peñistas celebrada el pasado domingo en el estadio de Son Moix, una cita a la que sólo acudieron Jonás Gutiérrez, David Cortés y el propio Campano.

El capitán quitó hierro a la polémica encendida por la escasa representación del plantel, un malestar que recuerda al de hace tres años, durante la primera congregación de peñistas, cuando sólo un integrante de la plantilla, Miki Garro, colaboró en la fiesta: «Es una fiesta de la afición y para la afición. A los seguidores les hubiera gustado una mayor presencia de jugadores, pero también nos tienen que entender a nosotros. No tenemos libre muchos fines de semana y había algunos compañeros que estaban de viaje aprovechando el día y medio de descanso que había concedido el entrenador. Repito, no hay que darle mayor importancia porque nuestra obligación pasa por ganar el domingo al Racing de Santander y comenzar remontar posiciones en la clasificación».

Para el centrocampista sevillano, la decisión de participar activamente en la Diada con su presencia correspondía a cada futbolista: «Es una decisión individual, de cada jugador. No sé si la mayoría de ellos sabían que se celebraba la Diada. Hay que pensar que muchos de los futbolistas del vestuario son nuevos y quizás no se enteraron de esa celebración», apuntó ayer Alejandro Campano a este periódico.