El décimo curso del Bàsquet Inca en la LEB arranca con ambición e ilusión como premisas de un proyecto que abre una nueva etapa en la entidad de es Raiguer, que tras el adiós de Drac como patrocinador principal, apuesta por la prudencia y la humildad para sellar la permanencia y buscar, por tercer curso consecutivo, una plaza en las series de ascenso.
La primera escala es en el Palau (21 horas), en una noche en la que Joan Riera será el gran ausente. El base mallorquín se recupera de la hepatitis que le fue diagnosticada y, a buen seguro, sus compañeros y la grada tendrán un recuerdo para el carismático director de juego. El Inca repite rival en su puesta de largo. Un Alerta Cantabria reforzado sobre el parqué y en la pizarra pone a prueba la solvencia del proyecto gualdinegro, poco acostumbrado a arrancar la temporada con una victoria. Y es que en las últimas siete temporadas, sólo en una (2005/06), los inquenses han arrancado con triunfo una sola. Fue gracias a una canasta sobre la bocina de Isma Torres, que tumbó a La Palma (79-77). El Inca intentará no reeditar el estreno de hace un año, cuando el Cantabria salió victorioso del Palau (77-82). Para ello, dispondrá de todo su arsenal.
La apuesta americana la forman Thomas Terrell y Lamont Hamilton. El primero se reencontrará con el que fuera su entrenador en Hospitalet, Mateu Rubio, quien dispone de un plantel en el que Ricardo Guillén (MVP de la pasada temporada) marca las diferencias. Anthony Stacey, Txomin López y Adrián Boccia regresar a es Raiguer en un grupo que tiene la duda de Covile. La dirección de juego es uno de los puntos fuertes del Cantabria, que cuenta con una de las mejores parejas de bases: Salva Camps y Borja Larragán. Chus Poves pone el toque de experiencia en el perímetro y Betinho Gomes volverá a verse las caras con Sergio Ramos tras su presencia en el Eurobasket. El luso estrenará la elástica gualdinegra tras su periplo en Palma y será uno de los principales atractivos en las filas inquenses, que tendrán en los «supervivientes», Galarreta, Blanch y Alzamora a sus tres puntales. A expensas de la aportación de los recién llegados, con el toque de juventud de los Orfila, Rocchia o Manolopoulos. Comenzar con buen pie es casi una exigencia en una LEB que no da tregua y empieza con un plato fuerte para el Inca, que puede dar un golpe de efecto a costa de un Alerta que no va a regalar nada.
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