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Tolo Jaume Las palabras de Gregorio Manzano destilan ambición desde la prudencia que impone medirse a un Valencia «herido en su orgullo». El técnico apunta a seguir creciendo y subir «una planta más de la zona noble en la que estamos» ante un conjunto ché al que podría adelantar en la tabla. Manzano, que advierte de la dificultad que entraña el calendario que se avecina, confía en terminar con diez y garantiza cambios tras las rotaciones de La Coruña.

El preparador andaluz espera a un Valencia «con el orgullo herido». Y es que opina que «no es normal que un equipo grande haya cosechado tres derrotas seguidas. Querrán salir del túnel y espero un rival incómodo y nada fácil que seguro que nos va a poner las cosas muy difíciles».

Manzano restó importancia a la ausencia de Koeman y respecto al posible cambio de dibujo en el esquema de Óscar Fernández tras el reciente varapalo sufrido en Mestalla argumentó que «quizás en Mallorca lo que intenten sea jugar al estilo clásico del Valencia, que es jugar con dos medios y el 4-2-3-1 tan característico que le ha venido funcionando. Igual hay otro dibujo y tenemos que pensar otra cosa, pero hemos trabajado lo que queremos hacer y vamos a ver si nos sale. Vamos a jugar como lo hemos hecho independientemente del rival».

El técnico jienense anunció cambios y no enseñó todas sus cartas: «Vamos a jugar intentando que los futbolistas que no viajaron a La Coruña estén en el once presentando así la mejor alineación posible para sumar los tres puntos, que son muy importantes porque nos permitirían adelantar al Valencia y algún adelantamiento de puestos para meternos en una planta más de la zona noble en la que estamos».

Las últimas polémicas arbitrales que han lastrado al Mallorca no obsesionan a Manzano, que prefiere normalizar la situación: «Es corriente acabar con once aunque ahora nos haya tocado la china de no hacerlo en los últimos encuentros. No obstante, espero que no ocurra nada anormal porque ya sería la leche que no terminaramos con once. Los futbolistas están advertidos y ya saben que en Primera es muy difícil jugar en inferioridad». Además, también añadió que «nunca le temo al árbitro como elemento participativo en un partido. Nunca hay a priori ninguna situación que nos pueda indicar que tenemos que salir con este temor. Luego los partidos se desarrollan con distintas variables y espero que el colegiado pase desapercibido».

El entrenador bermellón está muy satisfecho con el rendimiento de los suyos y cree que el difícil calendario que se avecina será una prueba de fuego para calibrar si la dinámica mostrada es buena. «En diez jornadas a los rivales les ha costado mucho vencernos y eso quiere decir que el equipo está compitiendo y está mucho más cerca de la victoria que de la derrota. Es una buena línea, pero ahora vienen los miuras de verdad como Valencia, Madrid, Sevilla... son toros de envergadura y a ver si salimos por la puerta grande o nos levantan las zapatillas y nos ponen en el sitio que nos corresponde».

El hecho de jugar ante los rivales que deja el Real Madrid es para Manzano una circunstancia «más negativa que positiva». «Casi todos han hecho buenos partidos ante el Madrid y esa dinámica de buen trabajo aunque el resultado no haya sido bueno quieren reafirmarla ante el Mallorca», razonó.