Jonás Gutiérrez, a la derecha, junto a Germán Lux durante un reciente entrenamiento del Mallorca en Son Bibiloni. Foto: MONSERRAT

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El caso Jonás empieza a apagarse. O al menos ha entrado en su fase más sosegada. El Galgo, harto de escuchar todo lo que se ha dicho en las últimas semanas, levantó ayer la mano para pedir la palabra y aclarar los aspectos más confusos de su delicada situación en el Mallorca. El argentino asegura que no quiere moverse del club por lo menos hasta el próximo mes de junio y que está listo para volver al equipo cuanto antes. Tras reconocer que ha pasado la semana más dura desde que llegó a la Isla, el centrocampista confiesa que ha aprendido mucho y que a partir de ahora sólo quiere mirar hacia adelante. «Lo único que pido es que no me digan ahora que tengo que irme en diciembre. Si se da algo, que sea en junio», aclara.

Jonás ofreció su particular visión de todo lo ocurrido últimamente y se limitó a decir que «lo que sé es que no se ha llegado a un acuerdo entre los clubes que comparten mis derechos, pero creo que han decidido traspasarme. Yo lo único que espero es que no pase nada raro en diciembre y que si me tienen que vender, porque es bueno para todas las partes, que lo hagan a final de curso. Yo estoy tranquilo, tratando de trabajar bien para poder jugar dentro de dos fines de semana, que es lo que todo futbolista quiere. Hoy por hoy tengo la mente en Mallorca. Tengo muchas ganas de volver a jugar porque fue muy duro no hacerlo este último fin de semana y tener que ver el partido por la tele. Es lo peor que te puede pasar. Lo único que no quiero es que me digan que me tengo que ir en diciembre», insistía.

El jugador argentino subrayó que no le han sentado nada bien los comentarios que aseguraban que se negó a jugar el pasado domingo ante el Madrid: «Me molestó que se dijera eso porque desde que estoy aquí sólo me he perdido algún por partido por lesión o suspensión. Fue una decisión del entrenador. Yo acato las órdenes y me molestó, porque yo quiero jugar siempre, son decisiones y ya está. También se dijo que un compañero del equipo le había dicho al entrenador que yo no estaba para jugar. No me lo creo y es imposible, porque la reunión fue antes del entrenamiento. Manzano me dijo que no me veía bien y fue duro. Siempre he dado la cara. No sé de dónde ha salido, pero no es verdad. Obviamente, quiero progresar, pero lo inmediato es acabar la temporada de la mejor forma porque existen posibilidades de que hagamos una buena campaña. Quiero que la afición esté tranquila porque estoy comprometido con el club y con su causa».