El defensa internacional, de 23 años de edad, se ha comprometido con los blancos para las próximas cinco temporadas y será presentado la próxima semana, una vez regrese de la Copa Confederaciones de Sudáfrica, donde el domingo España terminará su participación en el torneo con el partido por el tercer y cuarto puesto.
De esta manera, el central valenciano se convierte en el tercer refuerzo de la segunda etapa de Florentino Pérez al frente del Real Madrid, después de los fichajes del brasileño Kaká y del portugués Cristiano Ronaldo, cuyas presentaciones también tendrán lugar en los próximos días.
El del Albiol es, además, la segunda incorporación española que realiza el Real Madrid desde el fichaje de Sergio Ramos en 2005, con Florentino Pérez también en la presidencia. Desde entonces, en tres temporadas, el club madridista no había realizado ninguna contratación nacional, que puede que no sea la única de este verano, dada la promesa del nuevo mandatario blanco de españolizar la plantilla. El ya ex valencianista, nacido el 4 de septiembre de 1985 en Villamarchante (Valencia), fue formado en las categorías inferiores del conjunto 'ché' y para adquirir experiencia en Primera División fue cedido al Getafe en la temporada 2004-2005, regresando un año después al Valencia de la mano de Quique Sánchez Flores, quien había sido su entrenador en el conjunto 'azulón'.
Por su parte el jugador mostró la única sonrisa entre los internacionales españoles el día después de perder ante Estados Unidos, aunque optó por no realizar declaraciones hasta que no sea presentado en el estadio Santiago Bernabéu a la conclusión de la Copa Confederaciones.
La derrota en semifinales de España dejó caras largas tras una noche en la que los internacionales asimilaron lo ocurrido después de 35 encuentros sin caer. En la mañana libre, la mayoría se recluyó en su habitación y solo se dejó ver a la hora de la comida.
Raúl Albiol se sintió el centro de atención. Entró al comedor acompañado de Carlos Marchena y respondió a las preguntas de la prensa con una sonrisa pero sin decir ni una palabra sobre el Real Madrid. «En su momento, cuando esté en Madrid hablamos», respondió a la salida cuando se 'protegió' entre un buen número de jugadores para completar los cien metros que separan el restaurante de las habitaciones.
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