Además de los 500 kilómetros de recorrido entre kayak, trekking y bicicleta de montaña, a los cuatro integrantes del Columbia Vidaraid les pasó de todo. Empezaron muy abajo en la clasificación, en la décimo sexta posición, remontaron al segundo lugar y finalmente ocuparon el puesto de bronce.
«En la primera etapa de kayak el bote estaba defectuoso e íbamos muy lentos. Sufrimos para mantener un buen ritmo y terminamos con mucho desgaste nada más empezar», afirma Arambalza después de terminar una competición en la que él y sus compañeros solo han dormido 3 horas y media en unas 117 horas de carrera.
«Todo ha salido mal desde el primer día. Hemos fallado mucho en la orientación. El calor y las altas temperaturas fueron determinantes. Los termómetros durante el día alcanzaban los 35 grados y por la noche 28 con una humedad del 80%. El calor ha sido insoportable. Además hemos estado enfermos con un virus de estómago», explica Jon Ander poco antes de empezar a recuperarse del duro esfuerzo.
Este virus supuso un duro contratiempo, al dejar a los corredores con vómitos, diarrea, falta de fuerza y dificultad para comer en plena competición. «Tuvimos que solucionar muchas cosas en carrera. Intentar comer estando mal del estómago y ayudar al compañero cuando era el otro el que lo pasaba mal. Nos han picado multitud de abejas, hemos acabado en cerros que hemos tenido que subir trepando prácticamente sin acceso, nos ha pasado de todo. Hemos vivido muchas penurias pero el equipo se ha hecho más fuerte», afirma Jon Ander.
«El último día adelantamos a más equipos de los que pensábamos y llegamos a 14 minutos de los segundos. Si nos dan 15 km. más de bici creo que nos los comemos. Sacamos 4 horas de diferencia en la última etapa», apunta el corredor, antes de volver a casa y pensar en la próxima carrera en China, que se disputará en el mes de junio.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.