Miguel Núñez, futbolista del Mallorca, posa para este periódico en la grada Lluís Sitjar del estadio de Son Moix. | C.ROMÁN

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Fue de los primeros en llegar y aunque ocho meses después es uno de los futbolistas con menos minutos de la plantilla del Mallorca, Miguel Núñez Borreguero (Siruela, Badajoz, 1987) no levanta el pie. El domingo le tocó salir a achicar agua e intervenir en su segundo partido de liga como bermellón. Reconoce que para un jugador no resulta cómodo pasar tanto tiempo fuera del campo, pero asegura que entiende la situación y que está preparado para cuando le toque saltar al ruedo.

Sobre todo ahora que llega la fase decisiva de la temporada, un sector en el que acumula experiencia de sobra gracias a las tres fases de ascenso que jugó en su momento con el Albacete.

«La temporada no está siendo fácil para mí, pero el trabajo y el buen ambiente que hay en el equipo durante la semana facilita mucho todo lo demás», apunta Núñez sobre su falta de minutos. Un factor que, en cualquier caso, tampoco forzó su salida en invierno. «Desde el primer momento me han trasmitido confianza y trato de aportar todo lo que puedo. Intento elevar la competencia y ponerle las cosas difíciles al entrenador. Creo que todo eso suma y esa es mi intención, sumar independientemente de la función que me toque desempeñar. Todos queremos jugar lo máximo, obviamente, pero ahora mismo no es posible».

El futbolista pacense cree a su vez que el «camino que está siguiendo hasta ahora el Mallorca es bueno» y que «el equipo tiene las cosas claras». El otro día tuvimos un partido difícil ante un buen equipo y supimos sufrir cuando tocaba. El punto es bueno porque seguimos manteniendo las distancias con un rival directo, aunque ahora toca pensar en el Formentera, que también se juega mucho».

De cara al siguiente paso, también puntualiza que «ser campeón es fundamental. Durante las eliminatorias se dan situaciones en las que hay que ser muy frío y tener calma. Saber convivir con ello. El que lo hace suele ser el que se impone».

A la espera de su oportunidad, Núñez valora lo que tiene. «Siempre digo que el Mallorca es de Primera y que por una serie de circunstancias está en Segunda B. El club, la afición, la ciudad... Es un lujo vivir y trabajar en un club como este. Hay que aprovecharlo y llevarlo de vuelta a donde tiene que estar».